Ante el disparado incremento en el consumo, era cuestión de tiempo que la cocaína se convirtiera también en la principal causa de muerte en las sobredosis por consumo de drogas, por encima de la heroína. Y así es ya en Galicia. Habitualmente, detrás de estos fallecimientos están politoxicómanos, que combinan sustancias diferentes incluso con alcohol y medicamentos de efecto sedante, como los ansiolíticos. De hecho, en el 75% de los casos los resultados toxicológicos muestran la constancia del uso de más de una droga en los últimos meses. Pero el desencadenante final en 36 de las 57 defunciones registradas en 2007, según recoge el último informe elaborado por el Instituto de Medicina Legal (Imelga) y la Universidade de Santiago, fue la intoxicación por cocaína.

Aunque en los últimos años se apreciaba una cierta tendencia al descenso en las muertes por reacción aguda a sustancias psicoactivas en la comunidad, lo cierto es que la cifra alcanzada en 2007 supone un incremento del 24% en comparación con las sobredosis de las que hay constancia el ejercicio anterior, con el mayor pico registrado en lo que va de década. Eso sí, muy por debajo de los indicadores de mediados y finales de los años 90, cuando se llegaron a alcanzar los 73 fallecimientos.

De la misma manera que hay un perfil de consumidor, existen también pautas de comportamiento que se repiten en función de la época del año o del día de la semana. Hasta ahora, el mayor porcentaje de muertes se daba en el primer trimestre del año, pero en el último ejercicio analizado por el Imelga, las sobredosis se concentraron en mayo y junio, con 13. Los fallecimientos son más frecuentes en domingo, casi un 39% del total. Si sumanos también los casos que aparecieron en viernes y sábado, el volumen se eleva hasta el 63%.

Lo que está cambiando es la edad media de las víctimas. Cada vez más mayores. En 1994, las intoxicaciones letales se repetían en la franja de los 25 a los 29 años, que "paulatinamente" se ha ido desplazando hasta el intervalo de los 35-39 años, donde se observa ahora la máxima frecuencia. El fallecido de edad más elevada tenía 46 años. El más joven, sólo 20.