Del análisis con el que el Club Financiero de Vigo entra de lleno en el acalorado debate sobre el futuro del sector financiero gallego salen muchas preguntas. Cuestiones que quedan en el aire, pero que sus directivos contestan con la misma rotundidad que trasladan en su posicionamiento. Para empezar, los deberes que supuestamente las cajas ya hicieron aquí, con las fusiones de los últimos años. Algo que, en principio, también se vivió en otras comunidades. "Pero no en la misma medida", explica Jaime Borrás, presidente de la organización. "En ninguna otra comunidad se da –añade– la cuota de mercado que tienen aquí Caixanova y Caixa Galicia, con más de un 50%, y entre los nueve primeros puestos del ranking del sector".

Pero, ¿no perderán posición relativa ante las operaciones que ya están planteadas entre otras entidades? Por eso los empresarios vigueses plantean que la opción sean alianzas con cajas de fuera "para la gestión de los recursos humanos, en materia de seguros, informática, para acceder al mercado de capitales...". "Para recuperar los costes de las jubilaciones y prejubilaciones la entidad necesitaría 10 años", asegura Borrás. "Tienen que pasar la crisis depurándose, lamerse las heridas que puedan tener por dentro para ganar eficiencia", insiste. Claro que eso les dejaría fuera del Fondo de Ordenación Bancaria, del FROB. "Nuestra idea es que no es necesario en alguna de ellas y no nos olvidemos que se trata de un préstamo. Que lo utilice quien realmente lo necesita", indica.

La directiva del Círculo de Empresarios niega que detrás de su pronunciamiento se esconda una guerra de territorios, el localismo. "Es puro sentido común", afirma Borrás. "Las concentraciones intrarregionales son una auténtica debacle y suponen muchos problemas de competencia –dice–. La suma de las dos en una única caja sería un grave problema. En todo caso, habría que aprovechar las sinergias con otras".