Mujeres

-Usted hizo la milicia en El Robledo...

-Y contribuí al himno de mi Quinta Compañía: yo escribí la letra.

-¿Se acuerda de algún verso?

-Por supuesto, pero no me haga usted repetir cosas juveniles.

-En sus veladas con Carmen Sevilla, Elke Sommer, Anita Ekberg, Audrey Hepburn, ¿tuvo tentaciones?

-De ninguna manera. Y en un caso, posiblemente hubiera tenido éxito, pero no se me ocurrió intentarlo, muy obligado por mis convicciones.

-¿Ni un idilio con Ava Gardner?

-Me invitó a tomar unas copas y yo, con gran sorpresa de ella, me excusé porque estaba muy ocupado. A los pocos días, en casa de otra persona, me vio llegar a la misma mesa y se fue. No le pareció bien lo que le había hecho.

-Debe de ser el único español que no tuvo relaciones con ella.

-Me pareció que la conciencia estaba por delante, y la obligación moral.

-Decía usted que su mujer era como una viuda. ¿Y usted como un viudo?

-No, porque contaba con ella en todo caso. Fue una mujer ejemplar.

Nacionalismo

-¿Qué le pareció el referéndum de Arenys de Munt?

-Una vergüenza. Nunca debió consentirse.

-En 1975, asistió a un partido de fútbol en Glasgow, Escocia-España, en donde el himno británico fue abucheado por nacionalistas. También hubo un abucheo reciente en un Valencia-Barcelona, al himno español.

-Eso es intolerable. El himno español, desde el siglo XVIII es de los más respetados y respetables del mundo.

Obediencia

-Usted no fue una persona precisamente obediente…

-Obedecía a quien tenía obligación de obedecer, pero no me inventé obediencias por conveniencia. Con mis padres y con mis superiores, en cualquier terreno, militar o civil, he tenido siempre gran lealtad. Otra cosa es que, en algunos casos, eso me gustase. Pero el que manda, manda, y cartuchera al cañón. Lo mismo he exigido yo a los muchos subordinados que he tenido y ninguno se ha quejado.

Opus

-Aunque estuvo más ligado a los jesuitas, ¿le tentaron los del Opus?

-No. Tuve con ellos una relación correcta y jamás fui invitado a participar en su organización.

-¿Conoció a Monseñor?

-Lo vi una vez, en una reunión con propagandistas católicos, que presidía don Fernando Martín Sánchez, y no me pareció interesante lo que dijo. Pero he respetado todo eso porque tiene la bendición de la Santa Sede.

-Escrivá quiso ser marqués.

-Creo que lo fue.

-¿Le parecía santo?

-No siga usted por ahí.

Pena de muerte

-Gustavo Bueno habla de “eutanasia procesal” y dice que a los etarras los mataría con sus propias manos, que son imbéciles sociales, personas cero.

-La pena de muerte es un tema muy delicado y hay casos en los que podría ser recomendable, pero tiene el inconveniente de la posibilidad de errores, de momentos de pasión popular. Por lo tanto, en ese punto de la Constitución, dejamos el voto libre.

-¿Qué opina de la pesca sin muerte?

-La pesca tiene como consecuencia lógica llevarse la pieza a casa. Un buen salmón o un buen reo, pescado con mosca, es lo más bonito que hay.

-¿Pescó ballenas?

-Salí con balleneros y he visto cazar ballenas y cachalotes, pero nunca disparé.

Política

-Suárez se avergonzaba de su pasado, ¿qué vueltas da la vida, verdad? Ahora es un hombre sin memoria, no tiene pasado…

-Ha prestado grandes servicios, hoy sufre una prueba terrible y me abstendré de cualquier juicio que no sea favorable.

Quijote

-Usted, que suele compararse con don Quijote, ¿tuvo algún Sancho a su lado?

-Siempre los hay y no viene mal su sentido común.

-¿Nadie le hizo cambiar el paso?

-Siempre he ido en una dirección basada en la conciencia y en la conciencia histórica de España, y por lo mismo no me he prestado fácilmente a cambiar el paso.

-Camarada es el que duerme en la misma cámara, ¿tuvo o tiene un camarada?

-Los he tenido pero ahora ya duermo siempre en casa.

-Como don Quijote, cuando vuelve a su pueblo en carreta, ya sólo aspira a que lo recuerden como “el Bueno”. ¿Hay muchos pasos de bueno a santo?

-Terribles pasos. Ser bueno es cumplir las reglas del juego y arrepentirse de lo que uno hace mal, y eso, con buenas confesiones, puede hacerlo mucha gente. El santo es otra dimensión. Yo nunca he aspirado a ella.

-¿A quién reza usted?

-A todos los santos y, sobre todo, a la Santísima Virgen.

Sueños

-¿Hay algún Rosebud en su vida, un trineo particular que añora?

-Esa pregunta no tiene respuesta. Todos tenemos una niñez que echamos de menos, según vamos avanzando en edad. Por otra parte, no podemos renunciar a lo que hemos aprendido después. La niñez es un momento maravilloso en la vida.

Secretarias

-Usted tuvo muchas secretarias, Toñy Abeijón, Felisa, Elena Revuelta… ¿son más eficientes las mujeres para esa función?

-Creo que sí.

-¿Por qué?

-¡Ah! La mujer es más detallista.

Turismo

-Con el Gugenheim, en Bilbao, llegó la moda de los edificios y arquitectos estrella.

-Yo lo he hecho siempre. Roma pasó a la historia, en gran parte, por sus arquitectos.

-¿Reutilizaría usted el Valle de los Caídos, ahora que desenterramos los muertos?

-Ahí estaban muy bien gente de los dos bandos, la parte más positiva del conjunto. La idea de Franco no me pareció mala y vino bien para no olvidarse de la tragedia en la que España estuvo sumida. Separar los muertos es tener ganas de volver a empezar y eso no lo apruebo.

Vejez

-¿Usa el correo electrónico?

-No, no lo uso.

-¿Envía SMS?

-No lo hago. Soy partidario de las comunicaciones tradicionales.

-¿En qué edad se hubiera plantado?

-¡Um! No tengo respuesta. Nunca me lo he planteado.

-¿Está usted enamorado?

-Lo he estado mucho de mi mujer, que en paz descanse, y estoy enamorado de España, con todos los defectos que tenemos. En este momento ya no estoy para enamoramientos.

23-F

-En el 23-F intercedió con Tejero para que dejaran salir del Congreso a las mujeres, como en los naufragios, ¿qué argumentos exhibió para que las dejaran salir a ellas y no a ellos?

-Eran pocas y especialmente duro para ellas pasar allí la noche. No hablé con Tejero sino con un oficial.

-Recomendaba Jovellanos a Vargas Ponce que para escribir mejor no debía empeñarse en escribir mejor; Adolf Loos decía que debemos construir lo mejor que podamos, no mejor. Tejero, Armada… ¿Puede haber exceso de celo por la patria?

-Celo erróneo, más bien.

Vicios

-No vengo a preguntarle por su conciencia…

-Eso lo revelo a mis confesores, nada más.

-¿Son sus pecados recidivantes, reincide o hay novedades en sus vicios?

-En este momento no son muy abundantes, sobre todo los mortales, pero he pasado por las tentaciones que pasan todos los hombres y, en general, con buena nota.

Vocación

-Cuando fue a Samos, en 1936, pensó en la posibilidad de hacerse benedictino, o militar. ¿Hubiera defendido mejor a España?

-En mi elección, no me he equivocado.

-Oí que los senadores no creen en el Cielo.

-¿Por qué?

-Son incapaces de imaginar una vida mejor.

-A los senadores nos falta trabajo, posibilidad de que nuestros acuerdos sean respetados por el Congreso, que puede echar abajo cualquier acuerdo del Senado, lo cual es contrario al principio de bicameralidad. No obstante, este despacho ha sido mi salvación.

-Salvado y todo, ¿cree que irá usted al Cielo?

-Aspiro a ello y lo pido humildemente al Señor, todos los días.