La conselleira de Facenda había advertido hace un mes que la caída de ingresos por la crisis se iba a traducir en un recorte de las inversiones, ya que el gasto social (educación, sanidad y dependientes) se iba a mantener. Sin embargo, esto ya no va a ser así. Hay un cambio sustancial. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo anunció ayer en el Parlamento que el capítulo de inversiones en los presupuestos del próximo año, que hoy se aprueban en el Consello, se va a incrementar en un 1% con respecto a este año. "La principal propuesta es que la Xunta mantendrá la inversión del capítulo VI igual que en el pasado ejercicio y subirá un punto a pesar de la crisis", aseguró Feijóo en la sesión de control del Parlamento ante las preguntas del secretario xeral del PSdeG-PSOE, Manuel Vázquez, y del portavoz del Bloque, Carlos Aymerich.

Fuentes del Gobierno gallego explicaron que este impulso a las inversiones, en contra del criterio inicial de que iban a sufrir recortes, se debe a la introducción en los presupuestos para 2010 de "nuevos mecanismos de ajuste para evitar que se resintieran". Entre otros, citaron el recurso al endeudamiento y a la captación de capital privado mediante el uso de fórmulas mixtas de financiación.

Núñez Feijóo aprovechó las dos preguntas parlamentarias de la oposición para realizar una avance de las cuentas que aprobará hoy el Consello de la Xunta, con la voluntad de "reafirmar" su compromiso con la política social y con la "reactivación económica". "Vamos a subir la inversión real a pesar de la estruendosa bajada de los ingresos del Estado", proclamó el dirigente gallego, quien auguró que su Gobierno irá "ganando la batalla del paro poco a poco" y ratificó su apuesta por las políticas sociales como, insistió, certificarán las cuentas gallegas para el próximo ejercicio, que prevén un aumento del 2% con respecto a este año.

Esta respuesta no dejó satisfecho a Manuel Vázquez, quien ignoró las palabras del presidente y denunció su "política despiadada" con las familias de la comunidad a las que, a su juicio, la nueva Xunta ha dejado "desasistidas". "Cada familia con un niño pagará 260 euros más al año en educación, agua y comedores; ésa es la única verdad y el resto es literatura", advirtió Vázquez y aseguró que los seis meses de Gobierno de Feijóo podrían resumirse, además de su "política despiadada", en la "paralización" de la obra pública y de la economía gallega.

En este sentido, Vázquez acusó al jefe del Ejecutivo autonómico de haberse convertido en el "enemigo público número uno de las necesidades básicas de las familias gallegas" y reprobó su "amnesia y escaqueo", sin olvidar una breve alusión al "caso Gürtel". "Usted nunca se acuerda de nada, lleva en el PP desde el año 1991 y no recuerda nada, acabará por no recordar ni quien era Fraga", ironizó.

En su réplica, Feijóo tiró de la subida de impuestos anunciada por el Gobierno central para salir al paso de las críticas vertidas por el dirigente socialista al asegurar que cada familia con un niño tendrá que pagar 1.500 euros más en 2010 "gracias a la gestión del PSOE".

Por su parte, Carlos Aymerich, advirtió a Feijóo de que los ciudadanos esperan "que gobierne, no que ajuste las cuentas" y criticó al presidente gallego por participar en la "estrategia" diseñada por el PP en el ámbito estatal de "echar la culpa de todo" al Gobierno central mientras se "eluden" las propias responsabilidades. En este escenario, el diputado nacionalista señaló que el ritmo de destrucción de empleo supera en Galicia "por primera vez en muchos años" a la media estatal.

Frente a ello, Feijóo respondió que el desempleo en Galicia bajó en 10.197 personas desde que el nuevo Gobierno tomó posesión en abril de 2009 y defendió las medidas adoptadas "para ello" frente a las del bipartito.

"Hasta abril, todo lo que proponía el BNG para salir de la crisis era un plan sectorial del suelo, que mejor no contar porque sólo el 14% de las viviendas se pusieron a disposición de ser ocupadas, 100 millones de euros para el Xacobeo, y agilizar un concurso eólico ilegal", reprobó Feijóo.