La Xunta recurrirá definitivamente a un endeudamiento de 1.300 millones de euros para cuadrar los presupuestos del próximo año y compensar así la caída de los ingresos propios y las transferencias del Estado a causa de la crisis. Las cuentas ya están casi cerradas, pero la Xunta quería tener todavía mayor capacidad de endeudamiento, demanda que chocó con la negativa del Gobierno.

Hasta ayer mismo, el recurso a la financiación "externa" por un importe de 1.300 millones de euros suponía que Galicia iba a aprovechar al máximo el techo legal que marca el objetivo de estabilidad presupuestaria, que permite recurrir al endeudamiento por un importe equivalente al 2,5% del PIB, aunque al Ejecutivo gallego le parece insuficiente. Pero ahora la Xunta se ha visto forzada a superar ese máximo porque el Gobierno, como así lo transmitió ayer a las comunidades autónomas en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, les obliga a que incluyan también como deuda en los presupuestos de 2010 la devolución al Estado de los fondos entregados de más correspondientes al ejercicio 2008.

Para Galicia esto supone que debe, a efectos contables, computar como deuda otros 600 millones de euros que tiene que reintegrar al Estado en 2011. Con lo que sumado a los 1.300 que prevé pedir a los bancos y cajas –cifra que no quiere ni puede rebajar por el avanzado estado en que se encuentra la elaboración de las cuentas–, se supera ampliamente el margen del 2,5% del PIB para llegar al 3,6%.

¿Qué significa esto? Los presupuestos de la Xunta no sufrirán modificación alguna, pero se incumplirá el objetivo de estabilidad y eso obligará al Gobierno gallego de elaborar un plan de reequilibrio financiero donde detalle cómo en tres años pretende volver al déficit cero e igualar los ingresos ordinarios con los gastos sin recurrir al endeudamiento. Su consecuencia es que habrá que apretarse el cinturón, sobre todo porque la previsión final es que entre los años 2011 y 2013 haya que devolver al Estado un total de 1.900 millones de euros.

El Consejo de Política Fiscal Financiera aprobó ayer, con la oposición de las comunidades gobernadas por el PP, el objetivo de un déficit máximo para los años 2010, 2011 y 2012 del 2,5, 1,7 y 1,3% del PIB regional, respectivamente. "Esto no implica en absoluto que asumamos el objetivo", declaró la conselleira de Facenda, Marta Fernández, al término de la reunión.

La Xunta, como así lo planteó la responsable de Facenda, defendía que las comunidades autónomas pudieran recurrir a un mayor nivel de endeudamiento, ya que el 2,5% del PIB les parece insuficiente. Pero a cambio, para no superar el 8% en el conjunto del Estado, el Gobierno tendría que bajar su límite, situado en el 5,4%. Es decir, que las autonomías pudieran endeudarse más y el Estado menos.

El motivo de este planteamiento, según explicó Marta Fernández, es que son las comunidades las que tienen que "soportar la mayor presión" de gasto en la prestación de servicios, que se hace "más intensivo en situaciones de crisis". Así que recriminó que mientras el Gobierno tiene más capacidad de endeudamiento para pagar "subsidios", son las autonomías las que deben hacer frente con menos recursos a la sanidad, la educación y los servicios sociales.