El Informe Ejecutivo Galicia, del proyecto GEM, es un buen indicativo de la dinámica empresarial porque refleja el volumen de iniciativas que se generan cada año. Pero el de 2008 se ha quedado un poco desfasado, como bien recogen los autores del estudio, porque la desaceleración económica se manifestó meses después de la recogida de datos. Así que el impacto real de la crisis se plasmará en el siguiente informe.

En todo caso, ya en 2008 había indicios más que suficientes de la que recesión, pero los resultados de la iniciativa empresarial en Galicia "no ofrecen un balance tan pesimista como podría suponerse" ni se observan cambios bruscos con respecto a años anteriores más allá de un "leve retroceso".

Así, el pasado año se contabilizaron 129.727 iniciativas empresariales, lo que representa una tasa del 7,49% y quince décimas menos que en 2007, pero casi medio punto por encima de la media nacional.

¿Quién está detrás de esta actividad emprendedora? Pues una persona de 41 años de edad, con trabajo y un nivel de renta anual de entre 20.000 y 30.000 euros, con una familia a su cargo que vive en un ámbito urbano y que quiere aprovechar la oportunidad que se le presenta para lanzarse a un nuevo negocio. Por "necesidad" sólo se crea el 15% de las nuevas empresas, según confiesan sus promotores.

El principal cambio del perfil con respecto a años anteriores es que el emprendedor fue en 2008 un poco más viejo, pues en el año anterior la media de edad de era de 38 años. Por primera vez, desde que se hacen estos estudios, la edad media supera los 40 años.

El consumo es la actividad preferente del 40% de las iniciativas emprendedoras y la innovación sigue siendo la asignatura pendiente, pues menos del 20% apuestan por esta categoría. Tampoco hay vocación de ampliar el mercado, por lo que se reduce el potencial de expansión.

Entre las principales quejas que reportan los nuevos empresarios está la falta de financiación para sus ideas. No encuentran créditos, por lo que el 72,5% del capital necesario lo aportan de su bolsillo. La inversión media para crear una nueva empresa asciende a unos 70.000 euros, cantidad que se sitúa por debajo de la media española.

En cuanto al empleo, la mayoría cuenta con entre uno y nueve trabajadores.