Quizás para no salirse del guión que todavía tiene que escribir el organismo que preside, Aena, con el resto de instituciones que forman parte del Comité de Rutas para diseñar el futuro del sistema aeroportuario gallego, Juan Ignacio Lema Devesa revela las claves justas sobre una patata caliente que, por fin, entra en la agenda política. Optimista, este ingeniero gallego le da la vuelta a las desavenencias entre los alcaldes de las ciudades con aeropuertos y la Xunta a raíz del planteamiento de un único destino con tres terminales. “Diferentes puntos de vista”, matiza, consciente, eso sí, de que no será fácil el objetivo de “remar en la misma dirección”. Por eso durante toda la entrevista apela a “esfuerzos” y “al trabajo en equipo”. El reto es ganar competitividad y eso pasa, según el máximo responsable del tráfico aéreo en España, por ganar líneas internacionales y plantarle cara al Sá Carneiro en su propio territorio.

-Tres aeropuertos en una comunidad que no llega a los tres millones de habitantes. Supongo que, como mínimo, la gestión rentable es complicada.

-Pues yo, a diferencia de muchísima gente, creo que es una riqueza. Algo positivo. El hecho de tener tres aeropuertos debe concretarse precisamente en una mayor calidad y comodidad para ese colectivo de casi tres millones de posibles usuarios. Es importante que los tres sean potenciados y en esa línea está la creación del Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas con la participación de todas las instituciones tanto políticas como económicas. Que todos pongamos de nuestra parte y hacer los esfuerzos necesarios para poner en valor las pontecialidades de los tres aeropuertos.

-Cuando se habla de potencialidades, ¿el asunto va por la especialización de cada uno de los recintos?

-No. El asunto va... Las políticas de potenciación de los tres aeropuertos será la principal labor del organismo. Estamos ahora a la espera de las propuestas de los integrantes del Comité -que estaría presidido por la Xunta, con los tres alcaldes, las cámaras de comercio, la Confederación de Empresarios y AENA-, que será quien tome las decisiones adecuadas.

-¿Los tres aeropuertos no están compitiendo entre ellos?

-Los tres tienen una gran potencialidad, son una riqueza para Galicia y deberíamos aunar esfuerzos para lograr un desarrollo más alto que hasta ahora.

-El remedio de la Xunta es venderlos como un único aeropuerto con tres terminales.

-Eso se abordará en el Comité. Si llegamos a la conclusión de que la propuesta de la Xunta es una herramienta adecuada para pontenciar los aeropuertos, pues bienvenida será. Como cualquier opción que vaya encaminada a lograr nuestros objetivos después de un análisis, naturalmente, adecuado. De hecho, una de las principales carencias y una de las principales tareas también del Comité es conseguir que haya un número significativo de destinos internacionales.

-¿Significativo?

-Un número mayor. Que el tráfico internacional tenga más peso en los aeropuertos gallegos que en la actualidad.

-¿Y por qué no lo ha tenido hasta ahora? Porque no es rentable, no hay masa crítica...

-El tráfico depende de muchos factores. Hay que recordar que los aeropuertos gallegos experimentaron crecimientos espectaculares en los últimos años. Responde a las necesidades de los ciudadanos, y cuando la economía se mueve en dirección positiva, el tráfico aéreo también lo hace; y cuando no, como ahora con la crisis, baja. ¿Qué es lo que pretendemos? Pues en una situación tan difícil como la actual, poner en valor Galicia como destino turístico, con el tejido empresarial -donde hay determinados sectores, como el textil y otros, muy importantes para el tráfico de los aeropuertos- y poner en valor también, y ésa es la parte que le corresponde a Aena, las instalaciones para que en todo momento tengan los máximos niveles de seguridad, calidad y de capacidad. Y todo eso mostrárselo a las compañías a lo largo de todo el mundo.

-En esas armas que dibuja, ¿cabe una nueva tirada de subvenciones a las aerolíneas?

-Ahí lo que le puedo decir es lo que está haciendo Aena. El Gobierno tomó una serie de decisiones de apoyo a las compañías para el año que viene, no encaminadas a subvencionar, pero sí a reducir costes. Por un lado, congelar las tasas tanto de los aeropuertos como de navegación aérea para establecer un marco estable para las aerolíneas. Por otro, las compañías que durante este segundo semestre eleven el número de clientes que lleguen a España en comparación con el mismo periodo de 2008 no pagarán la tasa de los pasajeros que aumenten. Estamos estudiando otras, como incentivos en horas valle para utlizar mejor las infraestructuras. Por parte de Aena y de todas las instituciones del Comité queremos ayudar a que las compañías vuelen a los aeropuertos gallegos.

-Ya, pero ésas son subvenciones que no son directas. La Xunta acaba de sacar 4,5 millones para atraer low cost, pese a que la realidad dice que cuando se acaba el dinero público se acaba también la ruta.

-Están justificadas para etapas transitorias. Nadie puede pensar que se puede vivir continuamente de subvenciones. Son útiles en la medida en que pueden ayudar a atraer a una compañía que en un momento puede tener dudas de si o volar o no a cierto destino. Luego la responsabilidad es de todos, del Comité ahora, de demostrar que Galicia es un destino suficientemente atractivo y crear las condiciones para que volar sea rentable y eficiente.

-Mencionaba antes la falta de rutas internacionales. ¿Algún destino en concreto?

-Muchísimos. A través del Comité lo miraremos, pero estoy seguro que hay muchos destinos útiles. Recuerdo que hace unos años había vuelo directo de Santiago a Caracas. Hay que estudiarlos, con Sudamérica y con Europa. Los habrá.

-Lo que ocurre es que aquí el trasfondo es un enorme enfrentamiento localista. Imaginémonos que se apuesta por recuperar la línea con Cáracas. Las tres ciudades la querrían.

-Con este Comité de Rutas no habrá guerras. Todo lo contrario. Habrá colaboración entre los tres alcaldes para remar en la misma dirección.

-¿No cree que eso es difícil?

-No. Creo en el diálogo y en el sentido común y en la responsabilidad por supuesto, tanto de los gallegos como de sus dirigentes.

-Pues fíjese en la polémica entre alcaldes por la idea de un aeropuerto único.

-Las posibles incomunicacioes o disfunciones, no sé cómo llamarle, se resuelven con diálogo. Más que desacuerdos, son puntos de vista diferentes que se aclararán si tanto la Xunta, como los alcaldes como Aena tenemos un objetivo común.

-Da la sensación de que los planes directores están hinchados. En el de Vigo, que tiene unos 1,5 millones de pasajeros, se habla de 5 millones en el futuro.

-Los planes directores son elementos de planificación estratégica en base a una previsiones de tráfico con modelos econométricos contrastados y fiables, lo más acertadas posibles, pero a veces la realidad va por donde va. ¿Quién podía pronosticar hace cinco años la crisis en la que estamos metidos? Los planes están ligados al tráfico, no a una fecha concreta, de manera que las infraestructuras no sean un freno al desarrollo del tráfico aéreo y de la región. Por eso estoy seguro, no sé cuándo, en su día, que el aeropuerto de Vigo llegará a los cinco millones de pasajeros. Los planes directores se actualizan, es nuestra obligación para llevar a cabo una planificación real y adecudada, y porque la ley exige hacerlo cada 8 años, incluso aunque nada cambie.

-La previsión de Fomento es licitar las obras de la nueva terminal y la ampliación de pista de Peinador a finales del próximo año. Llega con mucho retraso, ¿no?

-Estamos con la redacción de los proyectos y en las fechas previstas. Lógicamente cumpliremos los objetivos del ministro y, es más, si podemos adelantarlos, lo haremos. Todos nos llevaríamos una alegría.

-¿Cuánto durarán las obras?

-Las ampliaciones de pista, dependiendo de la complejidad, van del año y medio a los dos años.

-¿Qué pasará con la terminal de mercancías?

-El año pasado se amplió y si el tráfico de mercancías aumenta, volveremos a ampliarla.

-¿Qué plazos tienen para las obras del nuevo aparcamiento y el edificio técnico?

-Esperamos que estén terminados en 2011.

-¿La ampliación de Lavacolla llegará para el Xacobeo?

-Estamos con un programa de trabajo serio, riguroso y rápido, pero la nueva terminal no estará en 2010. Estamos invirtiendo un millón de euros para mejorar la actual de cara al Xacobeo.

-¿Y los 400 metros de la pista de A Coruña?

-El proyecto está finalizado. Hemos recogido 14.000 alegaciones en la tramitación del impacto ambiental y ahora hay que estudiarlas para tomar la decisión definitiva.

-El aeropuerto de Oporto, ¿es el principal enemigo?

-No. Nos obliga a ser mejores. El Sá Carneiro es un aeropuerto más y en lo que tenemos que trabajar es para que el interland [área de influencia] de Galicia se extienda al norte de Portugal, como la estrategia que tiene el aeropuerto de Oporto con la comunidad, y tratar de competir con la mayor inteligencia.

-Pero es evidente que quita pasajeros, sobre todo a Vigo.

-Probablemente sí, por la cercanía. Pero, insisto, trataremos de hacer las cosas tan bien que no sólo no le quite pasajeros a Vigo, sino que nuestra oferta aeroportuaria sea lo suficientemente atractiva, con un mejor servicio, precios más competitivos, para que los ciudadanos del norte de Portugal vengan a volar desde Vigo, Santiago o A Coruña.

-No deja de ser curioso que se hable de rutas competitivas, cuando desde el Sá Carneiro vienen a buscarte casi a la puerta de casa.

-En el Comité tendremos que rompernos la cabeza, en el buen sentido de la palabra, para ser imaginativos y remar en la dirección de hacer propuestas para extender la influencia de los aeropuertos gallegos más allá de Galicia y en particular en Portugal. Reinvertir la tendencia. Si hoy vienen a buscar pasajeros, que vengan aquí ahora ellos solos o irlos a buscar a Oporto.

-Y a lo mejor no repetir rutas entre aeropuertos gallegos...

-Eso dependerá de los estudios que se hagan en el Comité. Reitero, creo en el diálogo, en el equipo, si unimos fuerzas para el desarrollo de Galicia, lo conseguiremos.

-¿Va a impactar el AVE en los resultados de los tres aeropuertos gallegos?

-A corto plazo, sí. Lo estamos viendo en los aeropuertos de las ciudades en las que ya funciona el AVE, como Barcelona, Málaga o Sevilla. En este último caso, por ejemplo, la cifra de pasajeros en 1992 era de 1,3 millones, que subió a 3,2 en 1993 con la Expo y luego cayó unos 850.000. Calculamos que en el caso de Sevilla supuso un impacto de 500.000. Es una realidad, que obliga a aeropuertos y compañías a ser más eficientes, pero yo creo en la intermodalidad. A largo plazo la alta velocidad y el avión convivirán.

-Será otro elemento de discusión con las compañías para que vengan a Galicia. Aunque sea a corto plazo, el AVE llegará cuando el tráfico se recupere de la crisis.

-Pero la potencialidad del avión en el segmento de vuelos intercontinentales es imbatible. Pensemos en el futuro. Imaginemos en alguien de Valladolid que quiere ir a Nueva York. Entrará en internet, donde encontrará la opción de ir hasta Madrid en AVE y luego en avión hasta EEUU. Los gestores de navegación aérea tenemos el reto de que cuando aumente de nuevo el tráfico, que volverá, siga siendo lo más fluido posible, sin retrasos, cómodo para el pasajero.

-Ahí entran las carencias de las conexiones de los aeropuertos gallegos.

-Todo lo que sea conectividad de los aeropuertos con las ciudades es totalmente necesaria. De nada nos sirve el tiempo que ganemos en el aire con el avión si luego lo perdemos en tierra. Lo que sea necesario, el AVE hacia los aeropuertos, una red de cercanías, por autopista... Hay que tenerlos perfectamente interconectados para que el pasajero se encuentre cómodo, seguro y rápido, que es lo que tiene que ofrecer el tráfico aéreo.