La Consellería de Medio Ambiente acaba de aprobar la memoria ambiental del Plan Director de Instalaciones Náuticas Deportivas de Galicia elaborado por el bipartito, pero al que recorta sensiblemente los objetivos tras el proceso de consulta pública y la admisión de numerosas alegaciones de las 876 presentadas. Las principales modificaciones, por no decir la totalidad, afectan a las previsiones de nuevas plazas de atraque en las rías de Pontevedra y Vigo, que ven reducidas sus perspectivas en un 47% con la supresión de 3.205 amarres sobre el proyecto inicial, que fijaba 6.824. En el resto de la costa gallega, los cambios son mínimos.

El plan lo inició el bipartito y le dio continuidad la nueva Xunta, si bien su desarrollo pasó de la Consellería de Política Territorial a la de Mar, que asumió las competencias sobre puertos. En ningún momento se alude a razones económicas para recortar las previsiones de ampliación de nuevos puntos de atraque, sino a problemas ambientales, interferencias "importantes" con la actividad social y económica y a accesos deficientes.

Uno de los cambios más relevantes se produce en Baiona, donde la Xunta anula el 90% de las actuaciones programadas en el plan del bipartito. Así, de las 760 nuevas plazas náuticas previstas se pasa a sólo 85.

También se anulan los 415 amarres en Cangas por paralizarse el relleno y la construcción de la marina seca –explanadas para guardar los barcos de recreo en tierra firme– y las 400 plazas en O Latón (Moaña) al decaer la ampliación del puerto por considerarse que afectaría a la actividad del sector pesquero. En el puerto de Moaña se congela el proyecto del relleno, con el que se iban a ganar 300 puntos de amarre, hasta que se encuentre una solución de consenso.

Del mismo modo se cancela la reorganización de las instalaciones de Chapela, con la que se calculaba aumentar en 350 los puntos de atraque de embarcaciones de recreo.

En San Adrián de Cobres (Vilaboa) se mantiene la primera fase de la ampliación del puerto, que permitirá ganar 400 amarres, pero se anula la segunda fase, que supone el recorte de 80 plazas sobre las previsiones iniciales.

En el puerto de Vigo se rebaja de 600 a 400 las plazas proyectadas por incompatibilidad con el estudio de planificación del Puerto. Aunque no se ponen cifras concretas, Medio Ambiente también ha decidido suprimir la reordenación de las instalaciones portuarias de Bouzas y reducir los amarres previstos en las instalaciones de la ETEA en Teis.

En cuanto a la Ría de Pontevedra, el cambio más importante atañe a Bueu, en la que se cancelan las 450 plazas programadas inicialmente al eliminarse la marina seca y el relleno del puerto por "incompatibilidad ambiental, problemas de dimensiones y falta de integración en el entorno urbano".

Aguete (Marín) se quedan sin 260 nuevos amarres al desestimarse la construcción de una nueva dársena y en Hío, en Aldán, se anula la marina seca, pensada para albergar 225 embarcaciones.

En Portonovo se desestima la ampliación de las instalaciones por "no existir posibilidades actualmente", aunque esta decisión se podrá reconsiderar en el futuro.

Pero no todos fueron recortes de previsiones. La única ampliaciones de los objetivos se concedió a Pontevedra, en la que se autorizó instalar nuevos pantalanes para conseguir cien plazas más de atraque.

Tras estos cambios, la previsión inicial de autorizar 6.824 nuevos puntos de amarre en las rías de Pontevedra y Vigo se queda en 3.619.