"Es totalmente inasumible". Las universidades gallegas saben que la caída en la recaudación de impuestos afectará, lógicamente, a la transferencia de fondos "incidiendo negativamente" en el conjunto de sus presupuestos. Aunque todavía no ha sido concretada oficialmente la cifra, en el marco de la Comisión de Economía celebrada hace dos días en el Parlamento gallego se habló de 48 millones de recorte para las universidades, cantidad que el Sistema Universitario de Galicia "no podrá soportar, de ninguna manera", según fuentes del propio SUG.

Los ingresos no financieros son el tronco de los presupuestos universitarios, destinándose al capítulo de "fondos básicos no condicionados": la principal arca de donde estas entidades sacan el dinero para abonar los salarios de los profesores o los gastos corrientes de las facultades. "Es muy importante porque estamos hablando de los recursos necesarios para el funcionamiento básico de la universidad: luz, agua, apertura de aulas... No hablamos de dinero para la adaptación a Bolonia, o para proyectos de investigación, no. Afectaría directamente al día a día de las facultades", explicó el rector de la Universidade de Santiago, Senén Barro.

El año pasado también se produjo una caída de los ingresos y, para poder mantener el gasto en el sistema universitario, la Xunta de Galicia creó un suplemento de 20 millones en los presupuestos de 2009 para que las universidades no viesen mermadas sus necesidades básicas. "No pedimos más, somos conscientes de la actual situación económica; sólo pedimos mantenernos para que las universidades puedan seguir prestando los servicios básicos. La financiación será un problema porque, por ejemplo, hemos conseguido financiar un 70% de las infraestructuras de investigación a través de los fondos comunitarios Feder. El 30% tiene que ponerlo la USC; sería una pena no poder afrontarlo", añadió Barro. La Xunta está estudiando vías de compensación para suplir la caída de este año, que se prevé "más negativa y preocupante" debido a la crisis.