Las quejas por las ayudas a los libros de texto y la carga de trabajo en la dirección de los centros para tramitar estas subvenciones marcaron ayer el inicio del curso escolar en Galicia. Las protestas generalizadas provocaron la reacción del presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, quien acusó a la oposición de "usar a padres, maestros y alumnos" para "desgastar" a su Gobierno con motivo del arranque del nuevo curso escolar y les exigió "un mínimo de responsabilidad".

Las protestas generalizadas causaron la reacción en el Consello de la Xunta, del presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, quien admitió que los mileuristas tienen que pagar "en parte" los libros de texto. El máximo mandatario del Ejecutivo autonómico aseguró que le gustaría "subir los baremos" para acceder a las ayudas del nuevo sistema que sustituye al de gratuidad universal del bipartito, dejando entrever que la actual situación económica y la falta de fondos hace inviable una cobertura del 100%. "Yo tuve beca y sé que una beca nunca es suficiente para cubrir todos los gastos", señaló Feijóo, quien reiteró su oposición a que se suban los impuestos a las rentas medias y bajas para que "paguen" los libros "de quienes tenemos sueldos privilegiados".

Más de 193.000 alumnos de Educación Infantil y Primaria (2.462 más que al año pasado) asistieron ayer al primer día de clase: 65.070 (741 más que en 2008-2009) en la primera etapa de escolarización, de 3 a 6 años, y 128.174 (1.739 nuevos) en la segunda fase, de 6 a 12 años. Sin duda, el tema más recurrido con la vuelta al cole ha sido el nuevo sistema de "gratuidad solidaria" implantado por el actual Ejecutivo, que sustituye al anterior modelo de gratuidad ideado por el bipartito. Las familias se han visto obligadas a comprar de nuevo los textos escolares, con ayudas de 180 euros para los hogares cuyos ingresos anuales sean inferiores a 5.400 euros por miembro y de 104 para los que cobran entre 5.400 y 9.000.

Estos tramos de renta fijados por la Consellería de Educación, que supone una reducción de gasto para la Administración de los 14 millones de euros presupuestados a 4,3 millones, ha desatado las críticas de padres, ANPAs, Federación de Directores de Centros Públicos y sindicatos. Sólo un 25% de las familias gallegas acceden a la ayuda máxima, 180 euros, una cantidad que, en función del centro, de la librería y de la zona se queda corta para hacerse con todo el material (dependiendo de las editoriales elegidas por los claustros de profesores los libros pueden llegar a costar 250 euros por alumno).

Por otra parte, alrededor de un 40% de los hogares, tramo en que se ubican las familias mileuristas, se benefician de las subvenciones de 104 euros por alumno, cifra "insuficiente", según ANPAs y sindicatos, sobre todo si se tiene en cuenta que en los últimos años el regreso a las aulas les salía gratis a los padres en cuento a libros de texto.