Mariano Rajoy está de vacaciones y en su tierra, y se le nota. La noche anterior disfrutó de una sardiñada con los amigos, y por la mañana se pegó una caminata por la playa. Así que llega a la entrevista relajado. Bromea, cuenta anécdotas, reparte abrazos y sonrisas ... hasta que llegan las preguntas. Dice estar “preocupado por la salud democrática de España” y sostiene que “Zapatero es cuando menos cómplice de los Torquemadas de turno que persiguen al PP”.

-El PP acusa al Gobierno de espiar al principal partido de la oposición, ¿cuándo pondrá las pruebas encima de la mesa?

-Cuando yo fui ministro de Interior jamás se detuvo a nadie de la oposición con las televisiones delante y esposados, ni se filtraban las actuaciones policiales, ni las de la Fiscalía. Quiero que el Gobierno actúe como hizo el PP cuando estaba en el poder. Aquí se detiene gente, se les mete 72 horas en el calabozo, luego el juez los pone en la calle, y se acaban archivando los casos, pero ya han aparecido en todas las televisiones, ¿dónde queda el honor de esas personas? El Tribunal Europeo de Derechos Humanos se ha posicionado contra los juicios paralelos. Yo quiero vivir en una democracia avanzada, donde se respeten los derechos y libertades de los ciudadanos, y si alguien hace algo mal y el juez lo dice que cumpla condena y sentencia.

-Usted lanza una acusación muy grave ...

-A mí me preocupa la salud democrática de España. Y recuerdo que ya un vicepresidente del Gobierno de España, Narcís Serra, tuvo que dimitir por espionaje (después de que el director del Cesid fuera imputado judicialmente por escuchas ilegales de conversaciones del Rey, políticos, empresarios y periodistas), y antes en 1985 se abrieron sumarios por acontecimientos similares (un juez investigó las denuncias de AP y PCE contra el Gobierno por espionaje). Lo que exijo es que se cumplan las normas de todas las democracias avanzadas.

-¿El PP tiene pruebas?

-Pruebas de detenciones televisadas, filtraciones del sumario, publicaciones de actuaciones policiales que no están en el sumario porque el juez no les dio relevancia ... hemos visto unas cuantas pruebas. Algunas las denunciamos ante los tribunales, y otras lo haremos en el futuro o no.

-Insiste en que hay una campaña contra el PP orquestada desde el Gobierno ...

-Llevamos seis meses con esto. A mí me asusta y por eso lo denuncio porque es mi obligación y con la autoridad de forma parte de un partido que cuando estuvo en el Gobierno nunca hizo esto. Quiero que los responsables políticos al frente de la Policía y la Fiscalía se comparten igual con todos los españoles. Los funcionarios públicos cumplen instrucciones.

-¿Le consta que se han dado instrucciones de ir contra el PP?

-No sé si se han dado instrucciones o no, pero constato los hechos objetivos. Por ejemplo, la tremenda imagen de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, presa de un ataque de ansiedad seguramente, cuando desde América se entera de que se archiva la causa contra Francisco Camps y anuncia que la Fiscalía recurrirá. ¿Quién es ella para adelantarlo?

-Usted denunció que el PP es víctima de una campaña inquisitorial. ¿Quién es el Torquemada del siglo XXI en España? ¿Apunta al presidente Zapatero?

-Cuando menos deja hacer a los Torquemadas de turno, y quien deja hacer se convierte en cómplice. Yo desde luego no dejaría que se detuviera a gente aquí como se ha detenido, y curiosamente todos del PP. [Torquemada fue el Inquisidor General de Castilla y Aragón en el siglo XV y ordenó la proscripción de todos los judíos en 1492].

-El PP se defiende atacando, pero la sombra de la corrupción está ahí. ¿Sólo hay víctimas en el PP? ¿Está seguro?

- La condición humana está en todos los sitios donde hay seres humanos, y mi posición en este asunto es que si alguien en el PP se ha enriquecido ilegalmente se va, y una cosa es ésa y otra los juicios paralelos en los medios. No me gusta tomar decisiones sobre personas sin tener pruebas porque soy demócrata y liberal.

-España vive una crisis política, pero también económica. ¿Qué propone para salir de ella?

-Una receta contraria a la de Zapatero, cuya única política es gastar e improvisar. El último circo ha sido el de los 420 euros para los parados. Yo lo tengo muy claro. Primero, austeridad, lo contrario de lo que se está haciendo. No podemos ir a un déficit del 10%. El Gobierno debe apretarse el cinturón igual que el resto de los ciudadanos. Segundo, trabajar de verdad para que vuelva el crédito y garantizar la inversión, que es la que crea empleo y genera riqueza. Tercero, una reforma fiscal, que ahora limitaría a ayudas a emprendedores. Cuarto, que las administraciones paguen sus deudas, sobre todo los ayuntamientos. Y quinto, reformas estructurales en energía, justicia y educación. Un sistema educativo con un mayor nivel de exigencia que el que tenemos es clave para ser competitivos.

-El Gobierno plantea una subida de impuestos y una congelación en los salarios de los funcionarios. ¿Cuál es su posición?

-Sobre este asunto yo tengo que decir dos cosas. La primera, que los impuestos ya están subiendo como puede comprobar todo el mundo cuando echa gasolina a su coche. Pero además, el PP se opondrá rotundamente a cualquier nueva subida de impuestos porque sólo servirá para retrasar la salida de la crisis. Hace meses que venimos advirtiendo al gobierno que su política de gasto descontrolado a base de deuda iba a traer menos crédito para las familias y las empresas y más impuestos, para todos. Aquí están las consecuencias. Repito, votaremos en contra de cualquier subida de impuestos porque es justo lo contrario de lo que hay que hacer para salir de la crisis.

-En Galicia, ahora el debate educativo pasa por la lengua. ¿Es partidario de segregar a los niños por razón de idioma?

-Tengo un hijo de cuatro años y otro de diez, junto a mi esposa, las personas que más quiero en esta vida, y me gustaría que la educación que se les diese fuese la que yo quisiera, y no la que quiera otro, por muy bien intencionado que sea. Hay que ver los problemas burocráticos, cómo lo hacemos, pero cuanta más libertad mejor.

-Como político, ¿cuál sería su propuesta?

-Libertad de elección de los padres.

-¿Cómo articularía esa propuesta? ¿Como en el País Vasco: colegios sólo en gallego, colegios solo en castellano y modelo mixto?

-Son decisiones que tienen que tomar los gobernantes de turno, y ellos verán como estructurarlo. Yo defiendo la libertad para los padres.

-Usted opta a la presidencia del Gobierno de España, ¿cuál sería su política si pudiese dictar sobre la lengua en los colegios?

-Yo dejaría elegir a los padres la lengua vehicular y me gustaría que al final de la educación no universitaria supieran castellano, inglés y el idioma de su comunidad. Eso es lo que yo haría.

-La Xunta advierte de que ese modelo es muy caro.

-La educación es la política más importante para el futuro de España y para los españoles a medio y largo plazo. Y siempre estaré de acuerdo con lo que haga el señor Feijóo.

-Ya que cita al presidente de la Xunta. Le prestan mucha atención en Madrid, donde se le ve como un valor emergente del PP, ahora que Esperanza Aguirre y Francisco Camps pasan por horas bajas. ¿Tiene cualidades para ser un líder a nivel nacional?

-Yo fui concejal, diputado, vicepresidente... Hay políticos que tienen cualidades para todo. Me cita a Aguirre, a Camps, pero lo cierto es que el que está ahora aquí soy yo.

-¿Y Feijóo en el futuro puede ser su heredero?

-Hasta ahora quienes han hecho pronósticos sobre mí se han equivocado.

-¿Porque usted va a ser el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno de España?

-No le quepa a usted la menor duda.

-Feijóo no lo tiene fácil. La situación de la economía gallega es preocupante. ¿Qué hacer?

-La economía gallega no sale sola de la crisis. Primero debe arreglarse la crisis financiera mundial. Segundo, el Gobierno de España, que es el que tiene el grueso de las competencias en materia económica, debe actuar. Y la Xunta, aunque no tiene mucho margen, puede hacer algo en materia de impuestos y recortar el gasto público, manteniendo el gasto social y el gasto productivo. Uno de los grandes errores del bipartito, igual que de Zapatero, fue gastar y gastar, y cuando llega la crisis mundial lo pasa peor quien más se endeudó.

-Pues a Feijóo no le deben llegar los recortes en el gasto corriente, que ya ha metido la tijera en el gasto social, eliminando las operaciones por la tarde en el Sergas...

-No sé si ha tomado esa medida, pero a la gente hay que contarle la verdad, y lo entenderá. En momentos de crisis, todos tenemos que practicar la austeridad. Los primeros pasos de Feijóo han sido buenos. Yo veo a la gente muy contenta. Con el bipartito, no se atendía el interés general, y siempre había follones entre los dos socios.

-¿Y la austeridad debe aplicarse a la Cidade da Cultura?

-El sentido común dice que hay que terminar la Ciudad de la Cultura. Ahí se pueden hacer cosas inteligentemente. Yo no diría esto no vale para nada. No me parecería sensato ni una correcta administración de los fondos públicos.

-¿Usted hubiese promovido la Cidade da Cultura?

-No tiene sentido hablar de lo que yo hubiera hecho si hubiese sido el presidente de la Xunta, pero insisto llegados a este punto de las obras, no se puede parar la Ciudad de la Cultura.

-¿Necesita Galicia ahora reformar el Estatuto?

-Galicia necesita el debate de la eficacia en sus políticas, en vez del debate identitario.

“El único criterio en la fusión de cajas debe ser económico”

-Fusión de las cajas. ¿Cuál es su postura?

-Mi posición es que España y Galicia tengan unas entidades financieras solventes que generen confianza y que cumplan su función principal: dar crédito a los emprendedores y las familias. A la hora de tomar decisiones sobre fusiones y absorciones, yo como dirigente político no tengo nada que opinar. Sólo decir que el único criterio debe ser el económico, y lo demás es accesorio.

-Usted ya opinó. Se mostró contrario a la fusión de Caixanova y Caixa Galicia por la destrucción de empleo que supondría. ¿Defiende entonces que las dos cajas gallegas se alíen con foráneas?

-Soy partidario de que las cajas tomen las decisiones que sean mejor desde el punto de vista económico para ellas, y sobre todo para los impositores y los depositantes que son los que me importan. Lo mejor es un sistema con entidades financieras solventes, seguras y que den confianza. Y si priman los criterios políticos, el sistema será peor.

-En Galicia, existe el temor de la desgalleguización de las cajas gallegas, si son absorbidas por cajas de otras comunidades. El centro de decisión ya no sería Galicia y Galicia no sería objeto de sus inversiones. ¿Comparte esta preocupación?

-No lo creo. Nadie se deja absorber si no quiere. Cada uno hará lo que mejor le parezca para los intereses de su propia entidad.

-Usted defiende la despolitización de las cajas, pero Feijóo advierte de que vetará fusiones que no interesen a Galicia. ¿Discrepan?

-La ley le otorga ese derecho, y a todos nos gusta tener derechos. En todo caso, yo no tomo decisiones ni intervengo en posibles fusiones de cajas.

-¿Ha hablado con Feijóo del asunto?

-No. Yo no intervengo.

“José Blanco se ha limitado a repartir abrazos por todas las autonomías”

-El ministro de Fomento, José Blanco, ha firmado con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el pacto del Hostal, un convenio por el que promete el AVE a Galicia en 2015. ¿Confía en Blanco?

-Yo juzgo los hechos. Vista la experiencia con este Gobierno, no juzgo sus palabras. Sólo los hechos y a ellos me remito.

-¿Y cuáles son los hechos del ministro de Fomento?

-Se ha limitado a repartir abrazos por todas las comunidades. Es lo único que hizo. Yo era vicepresidente del Gobierno de España en 2003 y tras el Prestige promoví el Plan Galicia, que incluía la alta velocidad. Si hubiera ganado en 2004, ahora estaríamos hablando de otra cosa. Y si soy el próximo presidente del Gobierno de España, el AVE gallego será una de mis prioridades. Haré lo que esté en mis manos.

-En su última visita a Santiago, defendía pactos puntuales con los nacionalistas, incluidos los gallegos. ¿Es posible que gobierne España con el apoyo del Bloque?

-En lo que concierne al interés general yo puedo pactar con cualquiera. Si alguien propone una rebaja del impuesto de sociedades, yo le respaldo. Con el BNG, no voy a pactar el derecho de autodeterminación o cómo quieren los padres que sus hijos sean educacos, pero ¿por qué no voy a pactar el AVE a Galicia?

-¿Trasladaría esa tesis a las elecciones municipales?

-Me gustaría que el candidato de la lista más votada fuese el alcalde. Si uno gana las elecciones, por respeto a sus votantes, debe hacer lo que esté en sus manos para ser el alcalde.

-¿La renovación del PP en Galicia se ha enquistado en la provincia de Ourense?

-Yo no llevo esos asuntos, pero renovamos mucho porque tenemos más del 50% de los votos. Muy mal no lo deben hacer los que están allí. En fin, no se ganan amigos por vía de sustitución, sino de ampliación.

-Total, que a usted no le importa que José Luis Baltar siga al frente del PP de Ourense,a cuenta de los buenos resultados electorales que cosecha en la provincia...

-Esas decisiones no me competen. El señor Baltar ha hecho las cosas muy bien, y a partir de ahí lo que digan los militantes.

-Usted es el líder del PP algo tendrá que decir, sobre todo de una figura tan polémica como la del señor Baltar...

-No sé si usted sabe que yo no nombro presidentes regionales.

-¿Pero cree que ha llegado el momento de la despedida de Baltar?

-A mí me gustará lo que decidan los militantes.