La climatología mantiene a Galicia en una situación de alto riesgo de incendios, tanto que la alerta en la Consellería de Medio Rural es máxima, hasta el punto de que no escatiman medios para apagar el más insignificante conato de fuego. En la jornada de ayer sólo se registraron dos incendios en Galicia y ninguno de los dos llegó a las cuatro hectáreas. Pero no por ello los servicios de extinción están parados. Hasta cinco aeronaves trabajaron ayer para apagar un fuego declarado en la localidad ourensana de Cartelle que no superó las tres hectáreas.

Cuatro helicópteros y cinco aviones de carga trabajaron en la extinción de este fuego, que fue contralado a las tres y media con una afectación equivalente a tres campos de fútbol.

Pero el amplio dispositivo desplegado con este incendio no fue un caso aislado. En Viana do Bolo se registró otro fuego. No llegó a las cuatro hectáreas de superficie quemada pero movilizó a dos agentes, siete brigadas, tres motobombas, y cinco helicópteros.

Además se registraron conatos –inferiores a una hectárea– en A Merca, Verín, Ponteareas y Guntín.