Aunque la Cidade da Cultura se ha convertido en una pesada herencia para los gobiernos que precedieron al Ejecutivo de Manuel Fraga, el ex presidente de la Xunta no duda en defender esta obra arquitectónica como "un acierto" hasta el punto de poner de relieve su impronta personal en el proyecto. "Yo nunca pedí que llevara mi nombre. Si alguien se lo quiere poner algún día hará justicia", asegura. El veterano dirigente, que cumple 87 años en noviembre, opina también sobre las cajas de ahorro y, en contra de la tesis defendida en su momento por el líder del PP, Mariano Rajoy, considera "inaceptable" que alguna de las entidades gallegas fuera absorbida por otra de fuera.

Además Fraga defiende el papel protagonista de la Xunta a la hora de decidir sobre posibles fusiones. "Las cajas de ahorro deben tomar la decisión por ellas mismas y de acuerdo con el Gobierno gallego", asegura en una entrevista a Radio Nacional.

Al hacer balance de sus años al frente de la Xunta recordó la tragedia del Prestige como uno de los problemas más duros a los que tuvo que hacer frente y defendió la Cidade da Cultura. Este proyecto, impulsado por Fraga, nació con un plazo de ejecución de tres años y un presupuesto de 100 millones de euros. Sin embargo, ocho años después del inicio de las obras el complejo sigue inacabado y su inversión ronda ya los 500 millones de euros. A pesar de ello, el ex presidente de la Xunta está convencido de que "terminará bien", al tiempo que aclaró que, a pesar de las críticas que se vertieron contra él, nunca pretendió convertir el Gaiás en su mausoleo.

Bajo su mandato se aprobó también el Plan de Normalización Lingüística, que fijaba el mínimo de un 50 por ciento de las clases en gallego, y en el que se basó el bipartito para aprobar el decreto del gallego en la enseñanza. Fraga está conforme con la decisión del Gobierno de Alberto Núñez Feijóo de derogar esta normativa. "Hay que defender el gallego absolutamente, pero no en contra del castellano. Es el error que algunos quisieron cometer", defendió. En su opinión, la encuesta que realizó la Consellería de Educación era "absolutamente necesaria" porque los padres "son los que tienen que decidir sobre la educación de los hijos".

En cuanto a una posible reforma del Estatuto de Autonomía, Fraga cree que "puede mejorarse en algunos puntos", aunque aclaró que se trata de "continuar con su perfeccionamiento, no hacer otro diferente".

El actual senador del PP se sintió orgulloso de dedicar su vida a la política, vocación que le llegó muy joven. "Fui a hacer ejercicios espirituales a Samos, ofreciéndome a Dios para que dispusiera de mi como monje, pero me pareció que la inclinación era más bien la de trabajar en la cosa pública", relató.