Muy cauta siempre en su discurso, con las palabras medidas hasta la saciedad, esta vez la patronal eólica gallega no se muerde la lengua para hablar de la “profunda preocupación” con la que miran el futuro del sector tras la suspensión del polémico concurso. A la Asociación Eólica de Galicia (EGA), que integra tanto a los grandes y tradicionales promotores como a muchas de las nuevas empresas que consiguieron hacerse con un pellizco de los 2.300 megavatios (MW) repartidos por el bipartito, le enfada que la Xunta haya tomado la decisión de paralizar el proceso sin poner en marcha al mismo tiempo la ley con la que los populares reasignarán los parques y que esa normativa incluya como “elemento estrella” la implantación de un canon por cada aerogenerador. Para las instalaciones futuras, pero también para las que ya existen. Una medida “claramente discriminatoria” que la EGA analiza, sobre todo su legalidad, y que protagonizará las alegaciones que presentarán a la Consellería de Economía e Industria.

“La Xunta no tiene competencias para legislar en materia energética, así que la ley se utiliza realmente para disfrazar un nuevo impuesto”, critica Íñigo Muniozguren, secretario y abogado de la organización. La clave está en el bien jurídico que pretende proteger la norma. No es el viento, que, a diferencia por ejemplo del mar, a efectos legales no se concibe como patrimonio de dominio público. Es el paisaje. “Por lo tanto -añade-, el canon tendría que gravar cualquier proceso productivo que supusiera un impacto, no sólo los aerogeneradores”. El carácter retroactivo de la tasa es, según EGA, un problema secundario, aunque recuerda que los parques operativos ya pasaron por un “profundo” estudio medioambiental y el compromiso de compensar cualquier daño con planes industriales en sus zonas de asentamiento.

“No lo acabamos de entender”, continúa Muniozguren. Los asesores legales de cada una de las socias de la patronal eólica gallega darán un primer veredicto para luego llevar conjuntamente las alegaciones al Gobierno gallego. La “primera valoración” es, desde luego, muy negativa y lamentan que las novedades llegaran antes a los medios de comunicación que a ellos. Pese a que ven “voluntad de diálogo” en la Xunta. “Si el canon no tiene base legal, llegaremos hasta donde tengamos que llegar”, avisa el portavoz de los empresarios del sector.

El 72% de los parques tendrán que pagar la cuota más alta

Para al aplicación del canon eólico, el anteproyecto de ley elaborado por la Consellería de Economía e Industria -todavía en fase de alegaciones, hasta principios del próximo mes de septiembre- recoge cuatro tipos de recargo en función del número de aerogeneradores. Con menos de cuatro, las instalaciones quedan exentas del pago. Las que tengan entre 4 y 7, cada molino supone 2.300 euros. Entre 8 y 15, la cantidad se eleva a 4.100. Y finalmente, 5.900 euros para el resto.

Precisamente en este último caso están el 72% de los parques eólicos de la comunidad. Hasta 99 de los 137 que funcionan actualmente y que concentran la inmensa mayoría de los 3.974 aerogeneradores operativos, según la Consellería de Economía e Industria. Hay casos, como el de Somozas, impulsado por la empresa Easa en la localidad coruñesa de As Somozas, que suma 80 molinos y al que le corresponderían con el canon medio millón de euros. Otro de los mayores parques de Galicia es el de Bustelo, de Endesa. 76 aerogeneradores moviéndose entre los concellos de As Pontes y Muras. La nueva factura fiscal, si el impuesto sigue adelante, asciende a más de 448.000 euros. Similar al de Iberdrola en Ameixeiras-Testeiros, repartido entre las localidades pontevedresas de Forcarei y Lalín y la ourensana de O Irixo, con 75 molinos.

Con entre 8 y 15 aerogeneradores, hay en Galicia 17 parques. Entre 4 y 7, tan sólo 8 instalaciones. Por debajo de esos números, los recintos más pequeños, 14.

Evidentemente, hay empresas que notarán mucho más que otras el pago. Iberdrola, por ejemplo, dispone de más de 600 MW en funcionamiento, con parques realmente muy amplios -además del de Ameixeiras-Testeiros, el de Viveiro (43), el del Sil (54) o el de Serra de Meira (58)-; Acciona gestiona 685 MW con 883 aerogeneradores y recintos de hasta 58 molinos como el de Ameixenda-Filgueira, ubicado entre Dumbría y Cee; o Unión Fenosa, con su filial Eufer -que comparte con la italiana Enel- tiene hasta cuatro parques con más de 40 aerogeneradores.