Con el chaparrón de números rojos por la crisis económica, las arcas de la Xunta no están para fiestas. Los ingresos por impuestos propios cayeron más de un 20% en el primer semestre y la previsión es que el descenso se mantenga lo que queda de ejercicio y el próximo también. A eso se añade el recorte en la porción de tarta que a Galicia le corresponde de los tributos que recauda el Estado y que luego cede a las comunidades. Una tercera parte del IVA y el IRPF, los que más aportan, y que acumulan en 2009 recortes por encima del 30%. Ya lo dijo a finales de junio en el Parlamento la conselleira de Facenda. Esta evolución en la caja autonómica marcará los presupuestos de 2010. Una vuelta de tuerca al principio de austeridad con el que el nuevo Gobierno gallego llegó a San Caetano. Las instrucciones que el departamento dirigido por Marta Fernández Currás al resto de consellerías para la elaboración de sus cuentas del año que viene son muy claras: “no se admitirán incrementos” en las partidas dedicadas a gastos de personal, lo que en la práctica supone congelar salarios y plantillas, y una “minoración” del 20% en los gastos corrientes y de un 25% en el de inversiones.

Con la excepción de las políticas sociales y todas aquellas inversiones productivas que sirvan de camino para salir de la crisis. Por eso, proyecto a proyecto, las consellerías deberán acreditar los objetivos que quieren conseguir, visibilizarlos, para hacerse un hueco en el reparto de la Dirección Xeral de Orzamentos. La orden que da el pistoletazo de salida a la confección de las cuentas establece metas “estratégicas”, las prioridades para canalizar el dinero público de la Xunta el próximo curso.

Son cuatro. Medidas “dinamizadoras” de la economía, por un lado, de la mano de empleo de “calidad” y “seguridad”; impulsar la competitividad en todos los sectores productivos a través de la I+D y las tecnologías de la comunicación; apoyo a familias y jóvenes con políticas de bienestar, igualdad, vivienda y “garantizar” los servicios públicos -educación, sanidad y servicios sociales- con especial hincapié en las prestaciones por la Ley de la Dependencia; y, finalmente, mejorar la eficiencia de la Administración para poder aplicar una racionalización del gasto y planes de austeridad, “en especial” del gasto corriente.

En esa línea desarrolla ahora la Consellería de Facenda las pautas que deben seguir las consellerías a la hora de pedir fondos. El equipo de Fernández Currás subraya ese carácter “inicial” del proceso. Las instrucciones plasman la filosofía de los presupuestos. Es decir, que habrá departamentos u organismos autónomos que experimenten un mayor recorte de financiación que otros; o que finalmente el capítulo de gastos de personal pueda aumentar por esas necesidades sociales o productivas en las que se centra la política económica de la Xunta. En todo caso, Marta Fernández Currás ya dejaba entrever su intención de contener el desembolso en personal y la congelación de sueldos entre los funcionarios en una entrevista a FARO el pasado mes de mayo. “Es algo que tendremos que contemplar a la hora de elaborar los presupuestos de 2010. Este año no hubo congelación salarial, pero tampoco la hubo en la Administración del Estado, de la que dependemos porque son políticas que están perfectamente interrelacionadas. Es algo sobre lo que no existe pronunciamiento, pero lógicamente el camino es el que es”, explicaba. La conselleira también reconocía que no iba a quedar otro remedio que “sacrificar” los proyectos menos urgentes.

Las líneas que recogen tanto las instrucciones -elaboradas y remitidas a las consellerías a finales del mes de junio- y la orden que convoca el procedimiento se trasladan no sólo a las consellerías, sino también a todas las fundaciones, entes y organismos dependientes de la Xunta que, por primera vez, se integran en las cuentas públicas gallegas.

Un proceso que se va a alargar durante todo el verano

Al cierre del pasado mes de julio, las consellerías estaba obligadas a remitir a la Dirección Xeral de Orzamentos un diagnóstico de la situación y todos los datos complementarios necesarios en cada uno de los departamentos, los informes sobre el mantenimiento de los objetivos estratégicos y operativos, y una propuesta de fondos por capítulos, incluida la programación del uso que vayan a hacer de los fondos europeos Feder y los destinados a la Pesca. La Consellería de Facenda “validará” con los responsables económicos del resto de los departamentos la finalidad de sus demandas para cerrar las cifras de los presupuestos para su aprobación antes de que acabe el año.

A la espera de lo que finalmente ocurra con la financiación

En todo este compendio de cifras, la cuota que finalmente reciba la Xunta de la reforma de la financiación autonómica tendrá mucho que decir. Que la aportación del IVA, el IRPF y los Impuestos Especiales suba hasta el 50% no ayuda teniendo en cuenta la caída en la recaudación. La clave estará en el dinero de los fondos adicionales.