“Un Gobierno diez”. De esta manera definió el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, a su nuevo equipo de gobierno, formado por diez conselleiros que ayer tomaron posesión de sus respectivas carteras en la Xunta. Son la “tripulación” de un barco que, según advirtió el propio jefe del Ejecutivo gallego, navegará “en medio de la tormenta” y por esa razón buscó “a los mejores” para afrontar el reto de la crisis económica. “Por eso aquí nadie encontrará cuotas, ni de tipo personal, porque la elección está fundamentada en la capacidad, ni de tipo territorial, porque Galicia es única”, advirtió ayer al presentar a su gabinete.

Con estos criterios Feijóo ha reunido, según sus palabras, “a un equipo unido, sin fisuras ni personalismos”. Ocho diez conselleiros juraron y dos (Beatriz Mato y Jesús Vázquez) prometieron ayer su cargo en el Pazo de Raxoi -antigua sede de la Xunta- en presencia de las principales autoridades de Galicia: la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, el delegado del Gobierno, Manuel Ameijeiras, la vicepresidenta segunda del Congreso, Ana Pastor, y el alcalde de la ciudad, Xosé Sánchez Bugallo. A la toma de posesión estaban también invitados los miembros de la Mesa de la Cámara, sólo faltó Anxo Quintana, y los regidores de las siete ciudades, aunque sólo acudió al acto el de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores.

Allí congregados se hicieron la foto de familia y Feijóo saludó uno por uno a su nuevo equipo de colaboradores. “Me siento orgulloso de encabezar un grupo de gallegos capaces, eficaces y comprometidos que conforma un Gobierno de diez consellerías que deberá funcionar como una sola persona”, dijo.

El nuevo presidente de la Xunta constató además que ya “ha pasado de los dichos a los hechos” porque su gobierno es reflejo del compromiso de reducir de trece a diez las consellerías.Y a pesar de esa reducción, el jefe del Ejecutivo gallego defendió que “no se ha postergado ni minusvalorado ni a ningún sector ni a ninguna parcela de gobierno”.

Pero además de la estructura, dejó claro que la elección de sus conselleiros también responde a otra de sus promesas: “Dije que no pediría ningún tipo de afiliación política. Un partido político y un Gobierno deben responder siempre ante los ciudadanos, pero son cosas distintas”, sentenció.

Sin premios

“Ninguna de las consellerías es un premio”, avisó. En todo caso, Feijóo previno a los gallegos contra posibles equivocaciones de su gabinete”. “No somos infalibles. Nos equivocaremos. Tendremos que rectificar”, adelantó.

La primera encomienda a su equipo fue la de “no adular” porque Galicia “no es una inmensa guardería” de ciudadanos incapaces de comprender las dificultades. “Le pediré a los nuevos conselleiros que traten al país con la sinceridad que se merece”, explicó.

No se olvidó de recordarles los retos inmediatos: la crisis y también la financiación autonómica. “Estoy convencido de que será posible un acuerdo de las tres fuerzas gallegas y también con todas las comunidades del Gobierno de la nación”, expresó.

Tras jurar o prometer el cargo los conselleiros y Feijóo tuvieron su primer Consello de la Xunta. Fue una reunión de trámite, pero volverán a reunirse hoy y también el jueves para cerrar el organigrama del Gobierno gallego y empezar a resolver el cese de algunos altos cargos.

Los diez conselleiros trabajan ya en sus despachos de la Xunta después de que sus predecesores en el cargo les entregaran ayer las carteras y los pusieran al día de las tareas más urgentes.

Citroën, coche oficial de todos los conselleiros

Con toda la guerra que el PP dio en campaña sobre el Audi de Touriño y el “lujo” que supone la utilización de esta marca teniendo en Vigo la fábrica de Citroën, la nueva Xunta no cayó en el error de recuperar el parque móvil de los conselleiros del bipartito, donde la mayoría eran Audi A6, además del A8 blindado del anterior presidente del Ejecutivo.

Mientras los nuevos miembros del Gobierno juraban sus cargos, fuera, en la plaza del Obradoiro, se fueron alineando sus coches oficiales. Todos son de la marca Citroën. Del primero al último, incluyendo al del propio Feijóo.

Ninguno de los vehículos era nuevo. Todos fueron comprados con anterioridad, pero lo que pasa es que los utilizaban los directores generales o los delegados provinciales, además del ex vicepresidente Anxo Quintana y el ex conselleiro de Innovación Fernando Blanco.

La flota de Audis permanece guardada en el garaje, a la espera de lo que el nuevo Gobierno decida sobre su destino.