No hay ningún ranking internacional sobre gestión empresarial en el que no aparezca su nombre. Claro que no todos los días surge un milagro como Inditex, asignatura obligatoria en los talleres de unas cuantas facultades de Económicas. Amancio Ortega, leonés de nacimiento y gallego de adopción, empezó confeccionando batas en un pequeño local del centro de A Coruña en 1963 y hoy preside la primera multinacional textil en ventas con más de 4.200 tiendas de sus ocho cadenas en 71 países y 70.000 trabajadores. Un imperio levantado a golpe de tesón que le ha colocado entre los diez hombres más ricos del planeta con una fortuna estimada de 14.339 millones de euros.

En la creación de la enseña de cabecera del grupo, Zara, tuvo mucho que ver su ex mujer, Rosalía Mera, todavía propietaria de casi un 7% del capital de la sociedad. Ella también está a la cabeza de las listas de millonarios españoles, aunque no le gusta hablar del tema y centra todos sus esfuerzos en la Fundación Paideia y en sus inversiones en proyectos “en los que cree”.

Ortega y Mera son sólo dos ejemplos de los grandes empresarios relacionados con la moda que han dado la vuelta al mundo con los pies puestos en Galicia. Como también Adolfo Domínguez, Roberto Verino, Kina Fernández, Antonio Pernas, Javier Cañás Caramelo o Kina Fernández. Todos, una referencia en el sector, artífices de la revolución textil en España y personajes influyentes en el complicado mundo de los negocios.

El otro gran sello de la siempre destacada habilidad de los gallegos para eso del dinero -y que tanto ha dado que hablar entre los emigrantes- esta en las finanzas. Al frente del segundo mayor banco del país está un chantadino de 64 años. Francisco González preside el BBVA, una entidad fruto de la fusión entre el Banco Bilbao Vizcaya y la entidad pública Argentaria con alrededor de 35 millones de clientes, desde enero de 2000 y es uno de los hombres clave en la transformación de la banca del siglo XXI con la llegada de las nuevas tecnologías. En la presidencia de la patronal de las cajas de ahorros está otro gallego, Juan Ramón Quintás, forjado en el aparato de Caixa Galicia. Los vaticinios de uno y otro se miran con lupa en estos tiempos de crisis.

A Manuel Jove, ex presidente de Fadesa, también le gustan los bancos, aunque para invertir, una de sus principales ocupaciones tras la venta de la que llegó a ser la principal promotora española y que en manos de Fernando Martín representó el pinchazo de la burbuja inmobiliaria en España. Ni dos años después de la operación, el empresario, un humilde carpintero en sus orígenes, capitanea otro gran imperio, Inveravante, con millones y millones en el sector energético, la gastronomía y el vino, el textil o la vivienda. Del ladrillo salió también José Manuel Loureda, betanceiro y fundador de Sacyr.

Al selecto club de los gallegos con nombre propio en la economía se ha unido recientemente Ignacio Fernández Toxo. Ferrolano, de 56 años, que relevó a Fidalgo en diciembre al mando de Comisiones Obreras tras un intento frustrado en 1999. Un líder ligado al sindicalismo desde muy joven que sabe en primera persona lo que es un despido con su salida de Izar en 2005 durante el proceso de liquidación de la SEPI.