El presidente electo de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, dio ayer las primeras pistas de cuál será su posición a la hora de negociar con el Gobierno central el nuevo modelo de financiación autonómica. El líder del PPdeG rechazó de plano el criterio de la población como “un factor determinante” y apostó por el coste real de los servicios. Feijóo animó a los demás presidentes autonómicos a que sus posiciones no sean en clave de partido, en alusión a los mandatarios de Asturias, Extremadura o Castilla La Mancha, sino actuasen movidos por la defensa de los intereses de sus ciudadanos.

La negociación debe girar en torno a un elemento central: “No se hace por la población, sino por el coste real del servicio. No vale hacer una enmienda al sistema sobre el que nacieron las comunidades autónomas. Buscar la población como elemento definitorio atenta contra principios solidaridad y cohesión que están en la Constitución”, aseguró a la agencia Efe.

Para reafirmar su planteamiento, echó mano del ejemplo europeo y recordó que la Unión Europea no se financia en función de la población de, por ejemplo, Alemania o de Francia, sino por la renta media de cada país. “No se le puede dar al que más tiene y el que más tiene no se puede financiar con una parte del que menos tiene”, resumió.

Para Feijóo, que Galicia no haya reformado su Estatuto de Autonomía no supone una merma en una negociación en la que también hará valer los criterios de envejecimiento y de dispersión de la población, así como un porcentaje en base a la población emigrada

En todo caso, esperará a ver si la posición de Elena Salgado, nueva vicepresidenta de Economía, es la misma que la de Pedro Solbes. “Ha cambiado el cien por cien de los actores”, explicó.