La Xunta en funciones ha abierto un expediente al ex director xeral de Obras Públicas, Agustín Hernández, por incurrir en una“infracción grave” a la Ley de Incompatibilidades al trabajar para varias constructoras justo después de cesar en su cargo en la Consellería de Política Territorial. La sanción por incumplir esta norma -que impide a los ex altos cargos realizar actividades privadas vinculadas a su trabajo en la administración durante un periodo de dos años- se eleva a tres años de inhabilitación en puesto público.

La apertura del expediente fue comunicada ayer por el presidente en funciones Emilio Pérez Touriño que calificó la conducta del ex director xeral de Obras Públicas de “reprobable desde el punto de vista ético, político y jurídico”. El anuncio lo hizo un día después de que el PP acusara al bipartito de entorpecer el traspaso de poderes. Justamente Hernández es uno de los dos interlocutores designados por los populares para gestionar la transición en la Xunta y uno de los hombres de confianza de Alberto Núñez Feijóo que tenía más posibilidades de convertirse en futuro conselleiro.

“Si el acusador es este señor, no tengo nada que decir”, comentó ayer Touriño al ser preguntado por las críticas del PP al bipartito por su poca diligencia en el traspaso de poderes.

Agustín Hernández fue director xeral de Obras Públicas con el PP estando Núñez Feijóo al frente de la Consellería de Política Territorial. En este puesto firmó adjudicaciones de obras para dos constructoras, en las que terminaría trabajando al cesar en su cargo en 2005 cuando el Partido Popular perdió las elecciones.

A Sercoysa se incorporó en agosto de 2005 y allí permaneció hasta marzo de 2006. Esta constructora salió ayer en defensa de Agustín Hernández alegando que es “lógico” que Xunta y empresas “se lo disputen” por su “valía y trayectoria como ingeniero”.

Pero además recordó que no es la primera vez que Sercoysa se ve envuelta en un cruce de acusaciones políticas y recordó que, la última vez, le achacaron beneficiarse ilícitamente de las adjudicaciones de la Xunta, pero no del Gobierno del PP sino del bipartito, ya que en esta constructora trabaja Camilo Cid, cuñado de Emilio Pérez Touriño.

En todo caso, Sercoysa defiende que el fichaje de Agustín Hernández “fue absolutamente escrupuloso con la normativa vigente”.

Sin embargo, Touriño no dudó en ningún momento que la conducta de Hernández es una “infracción grave” por la “confusión entre lo público y lo privado”. Por ello defendió la apertura del expediente en que “se tiene que hacer en cuanto se detecta fehacientemente esa supuesta falta grave”.

El presidente en funciones no descartó cerrar este expediente antes de que abandonen la Xunta. “Dependerá del tiempo que tarde en resolverse”, apuntó.