Un total de 2.100 delegados del PPdeG se ocuparán en el congreso del partido, el próximo 9 y 10 de mayo, de ratificar en su puesto a su actual presidente, Alberto Núñez Feijóo. De hecho, sólo habrá una candidatura, la presentada por el futuro titular del Ejecutivo gallego. Por ello, los populares aseguran afrontar esta cita en un clima de “unidad y normalidad” muy diferente a la “descomposición y desorientación” del BNG y PSdeG, que también están inmersos en procesos congresuales.

El secretario xeral del partido, Alfonso Rueda, también presidente de la comisión organizadora del congreso, adelantó ayer los avances sobre la marcha del evento. Según concretó, la distribución de los compromisarios por provincias se efectuó en función del número de afiliados en cada una -el factor más importante ya que pesa un 75%- y de los resultados electorales de las autonómicas de marzo, que suponen un 25 por ciento. En conformidad con estas cuentas, será Pontevedra la que más delegados aporte al cónclave, con un total de 583, seguida de A Coruña (512), Ourense (462) y Lugo (277). El cómputo total se completa con los 80 compromisarios procedentes de Novas Xeracións y los 10 en representación de los afiliados populares en el exterior. La elección de delegados tendrá lugar el 16 y el 17 de abril.

En el congreso, se debatirán tres ponencias. La primera tratará sobre los estatutos, y será redactada por Norberto Uzal, Antonio Rodríguez Miranda y Susana López Abella. La segunda abordará la estrategia frente a la crisis económicas, y de ella se ocuparán Pedro Puy, Carmen Pardo y Daniel Varela. La última tratará las líneas políticas del gobierno y los mecanismos para controlar el cumplimiento del programa electoral. Sus relatores serán Gerardo Conde Roa, Raquel Arias, Román Rodríguez y Pedro Arias.

El “objetivo” del Congreso del PPdeG es “seguir superándose” con las aportaciones de los afiliados, que rondan los 97.900 y cuya cifra ascendió en un 11 por ciento desde que Núñez Feijóo tomó las riendas de la formación política. En este sentido, Rueda recordó el nivel de “implicación” de las bases populares, que contrapuso con la situación de PSdeG y BNG. A ambos les pidió que “arreglaran sus problemas por el bien de Galicia”, ya que consideró que sus militantes “no merecen” esta situación.

Por otra parte, Rueda también tuvo palabras para el reciente cambio de ministros en el Gobierno central. A su juicio, se trata “más de resolver la crisis en el propio partido que la de España” y viene a demostrar que el equipo de Zapatero “fracasó en un tiempo récord”. De hecho, vinculó la decisión del presidente del Gobierno a “un intento desesperado de no adelantar elecciones”. En concreto, se refirió a que el cambio en Fomento “es un buen dato” y adelantó que la Xunta del PPdeG será “leal” pero “exigente”.