Van dos y muy posiblemente no haya ninguna más. Porque la investidura del nuevo presidente de la Xunta está a la vuelta de la esquina, con un largo puente festivo de por medio, y porque la cordialidad esta vez se matiza mucho. Los miembros de la comisión encargada de gestionar el traspaso de poderes en la Xunta intercambiaron ayer, en su segunda reunión, “un montón de papeles” y también unas cuantas e intensas críticas. El conselleiro de Presidencia en funciones, José Luis Méndez Romeu -de la parte socialista, junto con Gumersindo Guinarte, el actual secretario general de Pérez Touriño- aprovechó la ocasión para echar en cara a los populares que uno de sus representantes en las negociaciones, recién elegido diputado y posible conselleiro, Agustín Hernández, “incumple flagrantemente” la Lei de Incompatibilidades. El PP no se ha quedado callado. Hablan de “palabras inoportunas” y se rebelan contra la exigencia del bipartito de despachar cara a cara con los nuevos conselleiros para suministrar la información que quieren y cerrar así el relevo.

No sólo se quejan, es que se niegan a que sea el todavía Gobierno gallego “el que designe nuestros interlocutores”. “El grave problema es que se está desperdiciando el tiempo, el tiempo que no hay”, asegura Pedro Puy, el otro portavoz de los populares en la comisión. En la anterior cita, la pasada semana, los diputados del PPdeG solicitaron a Méndez Romeu y a Guinarte un balance sobre las cuentas públicas y el personal, además de información detallada en cinco asuntos pendientes de plazos inmediatos y que consideran “prioritarios”. De la nueva norma sobre la ordenación del litoral, el dispositivo antiincendios, las ayudas del Igape, la financiación autonómica, la situación del sector lácteo y el concurso eólico.

¿Esa información llegó ayer a manos del PP? Dicen que no, que para tratar esos temas la única opción pasa porque los actuales conselleiros responsables de los proyectos en cuestión hablen con sus sustitutos. “Pretenden condicionar la designación de nuestros interlocutores, forzar a que se adelanten los nombres de los futuros conselleiros y seguir entorpeciendo el proceso -afirma Puy-. Insisto en que estas reuniones tendrían que haberse realizado hace un mes”.

Aunque el PP evita mencionar la palabra “chantaje”, sí acusa al bipartito de “poca responsabilidad”. “Al fin y al cabo -añade Pedro Puy-, aquí de lo que se trata es del interés general de los ciudadanos”. La negativa a informar por parte de los representantes socialistas llega también, según los portavoces populares, a la orden del día del Consello de la Xunta previsto para hoy y al estado en el que se encuentran muchas consellerías, a las que en la información entregada ayer se hace referencia “en un sólo un párrafo en algún caso o en un par de folios como mucho”. Sobre el contenido de esos dossiers, silencio absoluto.

En el bipartito, en cambio, reiteran que su comportamiento está siendo “escrupuloso” con lo que le corresponde a un Gobierno en funciones. “A diferencia de la Xunta anterior”, indica Méndez Romeu. Lo aprobado estos días son “asuntos ordinarios, inaplazables o prefigurados en la Lei de Orzamentos”. “Las declaraciones contrarias a esto están verdaderamente poco fundamentadas y son sorprendentes”, asegura.