El inicio del nuevo curso parlamentario trajo ayer, como cada legislatura, muchas caras nuevas al Pazo do Hórreo. Tantas que sólo así se explica que hasta los miembros de la Mesa cometieran más de un error con los apellidos de los nuevos parlamentarios. En total son 26 los diputados que se estrenan en esta octava legislatura, una renovación de la que es responsable fundamentalmente el PP, que mantiene a 18 parlamentarios e introduce 20 caras nuevas respecto a su anterior grupo parlamentario.

Entre este grupo de novatos destacan 13 mujeres que hasta ahora nunca habían ocupado un escaño en O Hórreo. Ocho de estas nuevas diputadas militan en las filas del PP, tres en el PSdeG y dos en el Bloque. Entre ellas figuran, con todo, políticas con mucho peso en sus partidos, como es el caso de María José Caride, número dos del PSdeG por Pontevedra y conselleira de Política Territorial durante la pasada legislatura. En una situación similar se encuentra la nacionalista Teresa Táboas, titular de Vivenda en funciones y que en los últimos cuatro años pasó de ser el fichaje independiente del BNG, a convertirse en un valor en alza para el nacionalismo.

También con un papel importante dentro del partido aunque nula experiencia parlamentaria figuran nombres como el de Pedro Puy Fraga, mano derecha de Alberto Núñez Feijóo, o Agustín Hernández Fernández, que durante los últimos Gobiernos de Manuel Fraga desempeñó cargos de gran responsabilidad. Los dos, precisamente, asumirán a partir de hoy las negociaciones para el traspaso de poderes entre el bipartito y la nueva Xunta, un encargo que demuestra la confianza depositada en ellos por Feijóo y les sitúa en todas las quinielas como posibles conselleiros.

Sin embargo, no todas las caras nuevas del Parlamento llegan avaladas por una larga o importante trayectoria política. Y es que además de novatos, algunos diputados destacan también por ser muy jóvenes, una característica que ha contribuido a rebajar la edad media de la Cámara a 45 años. Es el caso de Marta Valcárcel, que a sus 29 años es la diputada más joven del Parlamento y llega avalada por su paso por la política municipal como primera teniente de alcalde del Concello de Salvaterra, o María del Carmen Pardo, que tras ser ascendida inesperadamente a número uno por Ourense, desembarca con 38 años en la política autonómica tras pasar por el Ayuntamiento de Verín.

El número de escaños que se renuevan respecto a la pasada legislatura, con todo, es incluso mayor. A los 26 diputados que ayer se estrenaron en el Pazo do Hórreo hay que sumar nombres como los de los nacionalistas Alfredo Suárez Canal, Fernando Blanco, Ana Luisa Bouza o Carme Adán, que renunciaron hace cuatro años a su acta de diputado tras ser elegidos para ocupar algún cargo en el bipartito.