El BNG se sentará finalmente en la Mesa del Parlamento, el órgano de dirección de la Cámara autonómica en el que en aplicación estricta de los resultados electorales no le correspondería ocupar cargo alguno, porque de los cinco escaños tres serían para el PP y dos para el PSOE. Pero los socialistas decidieron ayer renunciar al puesto de vicesecretario segundo y cedérselo al Bloque en lo que es el primer pacto de la legislatura, que servirá para garantizar una relación de “normalidad” y el apoyo de los nacionalistas a los socialistas en otras instituciones en las que hay que elegir representantes en función del número de escaños, como el Consello de Contas o el Consello de la Radio Televisión de Galicia, con el objetivo además de evitar que el PP pudiera sacar provecho de las diferencias entre ambos partidos.

El principal argumento expresado por el PSOE y el BNG es que así se respeta la pluralidad del Parlamento en el órgano encargado de tomar las decisiones e interpretar el reglamento. Pero este reparto de papeles, plasmado en un “acuerdo político”, permite también iniciar la legislatura en un ambiente de cordialidad entre los dos partidos de la oposición, que si bien abandonarán la Xunta en pocos días, mantienen gobiernos de coalición en numerosos ayuntamientos y en las diputaciones provinciales de Lugo y A Coruña.

La propuesta de ceder un puesto al BNG partió de la gestora del PSOE, aunque ésta se vio amparada por la práctica totalidad de los diputadas socialistas. Sólo dos parlamentarios pusieron algún reparo durante una reunión a la que también asistió el presidente en funciones de la Xunta, Emilio Pérez Touriño.

Acto seguido, en otra sala del Parlamento, se reunieron Ricardo Varela, Manuel Vázquez y Mar Barcón, por parte del PSOE, con los nacionalistas Carlos Aymerich y Ana Pantón para cerrar el acuerdo político. “Nos parece que la Mesa funcionará mejor y permite una mayor pluralidad”, explicó el presidente de la gestora socialista, Ricardo Varela.

El BNG decide hoy qué persona será la responsable de subir a la Mesa del Parlamento, un cargo para el que Anxo Quintana tiene las mayores posibilidades, aunque habría otros candidatos, como Fernando Blanco o Alfredo Suárez Canal.

“Este acuerdo político sienta un buen precedente y establece unas reglas de juego que garantizan el funcionamiento normal entre todos los grupos, además de fijar un campo de juego que evita que el PP pueda jugar tácticamente o pueda aprovechar legítimas diferencias en beneficio propio”, aseguró Aymerich, que repetirá de nuevo en esta legislatura como portavoz parlamentario.

“Lo que se busca es evitar que el PPdeG juegue con ambas fuerzas para tratar de abrir brechas que son innecesarias y que no contribuyen al funcionamiento adecuado de la oposición”, añadió Ricardo Varela.

El acuerdo establece que, aunque cada partido mantenga su “acción política individual”, se apoyarán mutuamente en garantizar la pluralidad y la proporcionalidad en todos los órganos derivados del Parlamento, de forma que por cada dos representantes del PSOE hay uno del BNG. Y si sólo cabe un representante de la oposición, por cada tres nombramientos en distintas instancias, dos corresponderán al Partido Socialista y uno al Bloque.

En cuanto al Consello de Contas -en el que el BNG perderá su representante- y en el Consello de la Radio Televisión de Galicia, los nacionalistas darán su voto a favor de la propuesta socialista. Este apoyo es relevante porque para estas designaciones hacen falta mayorías cualificadas, si no la renovación queda bloqueada.