Quince de las principales empresas gallegas participarán directamente en la gestión de la Cidade da Cultura (CdC) a través de su incorporación al Patronato de la nueva Fundación Gaiás, un organismo constituido hoy con el 49 por ciento del capital aportado por la Xunta y el 51 por ciento restante por la iniciativa privada.

En la presentación de los objetivos de la Fundación --que nace con 23 millones de capital--, el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, defendió este sistema mixto de gestión porque, a su entender, es "signo inequívoco" de la "corresponsabilización" de la iniciativa pública y privada en los grandes proyectos de Galicia.

Por ello, agradeció el apoyo "público y sin ambigüedades" a la Cidade da Cultura por parte de las compañías privadas que forman parte del Patronato: Caixa Galicia, Caixanova, Unión Fenosa, Inditex, Inveravante, Fundación Barrié de la Maza, Banco Gallego, R, Gadisa, Hijos de Rivera, Coren, Epifanio Campo, Transmombus, Grupo Nossa Terra e Hijos de J. Barreras.

Tras la reunión constitutiva de la Fundación Gaiás, representantes de estas quince empresas conocieron de primera mano las instalaciones, acompañados por Touriño; por la conselleira de Cultura, la nacionalista Anxela Bugallo; y por el presidente del Patronato de la Fundación Gaiás, Juan Manuel Urgoiti. Tanto Bugallo como Urgoiti coincidieron con el presidente de la Xunta en la importancia de la incorporación de la empresa privada a la gestión de la Cidade da Cultura. En concreto, la titular nacionalista consideró que, de este modo, el Gobierno gallego se "anticipa" a la puesta en marcha del complejo.

Mientras, el presidente del Patronato reflexionó que con la "conjunción" de los intereses públicos y privados se da "un paso de gigante" para el desarrollo de la macroinfraestructura del monte Gaiás. Así, celebró que la iniciativa empresarial se haya sumado "con entusiasmo" a la Fundación Gaiás, y lo atribuyó a que "ha visto con intuición" que la Cidade da Cultura será un proyecto "de primerísima magnitud" y de "enorme trascendencia".

"Vendedores" de la CDC

En esta línea, enfatizó la arquitectura "audaz, valiente y rompedora" del complejo, que calificó como "impresionante", y agregó que, con la Cidade da Cultura, Galicia y Santiago "se incorporan al siglo XXI". Urgoiti se refirió al complejo como "un nuevo faro" y un "nuevo camino" de la comunidad gallega y animó a los patrones de la Fundación a convertirse en "vendedores" de la Cidade da Cultura.

"Para que esta piedra que hoy nace, crezca y salga volando", dijo parafraseando la poesía de Gerardo Diego, y reivindicó la necesidad de que los contenidos de la Cidade da Cultura se adapten a "una línea filosófica continuista, muy clara y definida". "Que se entienda lo que se hace y que no se den saltos hacia delante y hacia atrás", resumió.

En este sentido, Touriño aseguró que "nada está dejado al albur o a la improvisación". En concreto, recordó que los edificios del Archivo Nacional y la Biblioteca Nacional estarán a pleno rendimiento el próximo año 2009 así como que en 2010, coincidiendo con el Año Santo, el complejo del Gaiás será presentado internacionalmente. No obstante, en esa fecha aún estarán sin terminar el Escenario Obradoiro y el Centro Internacional de Arte, cuya previsión de finalización es el año 2012.

"Rigor y eficacia"

"Hay programa, hay calendario y hay presupuesto", proclamó Touriño, y se refirió al complejo del Gaiás como un "lugar para el diálogo entre la cultura gallega y la universal" y, en consecuencia, erigió la Cidade da Cultura en un "instrumento privilegiado" para lograr que Galicia "abandone de forma definitiva la periferia".

En la misma línea se pronunció la conselleira de Cultura, que subrayó que el complejo cultural "está llamado a ser un referente en la cultura internacional". Además, consideró que esta macroinfraestructura trasciende el ámbito meramente cultural para convertirse también en un motor económico.

Bugallo dio por cumplidos los dos compromisos del bipartito respecto a la Cidade da Cultura, tanto la redefinición de los contenidos como instaurar un modelo de gestión que garantizase su viabilidad económica. Al respecto, resaltó el "control económico" del complejo puesto que la cifra de más de 475 millones de euros para las obras se mantiene "invariable".

De igual modo, Touriño destacó el "rigor y la eficacia" con la que se gestiona la Cidade da Cultura, cuyas obras están ejecutadas en la actualidad en más de un 59 por ciento.