El mundo se paralizó hace casi un año para el medio centenar de trabajadores, dos docenas de subcontratistas de la construcción y proveedores de la comarca del Baixo Miño y hasta 300 familias de las localidades de O Rosal, A Cañiza, Pazos de Borbén, Vigo, Porriño, Cerveira, O Morrazo, Ourense o Valença do Miño, en Portugal, vinculados todos con el grupo Marbar. La promotora de Tomiño se quedó en el aire con la desaparición de su dueño, Manuel Martínez Barros -su paradero hoy es todavía una incógnita-, en el que protagoniza hasta la fecha el mayor pinchazo del sector del ladrillo en la provincia de Pontevedra. El proceso concursal abierto para buscar una salida al negocio sin recurrir a la quiebra muestra la magnitud del agujero patrimonial que tiene. La deuda total de la compañía supera los 36 millones de euros -casi 6.000 millones de las antiguas pesetas-, mientras que los activos no llegan a los 30 millones. Muchos de los acreedores reconocen que será difícil cobrar todo el dinero que tienen pendiente y que en algunos casos les ha obligado a echar el cierre de sus propias empresas.

El endeudamiento más elevado es el de la sociedad Edificaciones Marbar, donde se concentraba la principal actividad del entramado de Martínez Barros. El activo alcanza los 25,78 millones de euros, frente a un pasivo de más de 30,5 millones de euros. Los gastos acumulados por la firma eran tan elevados en los últimos años que pese a duplicar en dos ejercicios el número de pisos vendidos y la facturación -de 4,9 millones de euros en 2004 a más de 9,5 millones en 2006-, los beneficios eran tan sólo de 48.000 euros.

Promociones Marbar 04 acumula una deuda de 3.364 millones de euros, mientras que las propiedades registradas a nombre de la segunda gran sociedad del grupo alcanzan los 2,77 millones. Las dos firmas dedicadas al granito tenían resultados diferentes y, por lo tanto, balances totalmente opuestos. El activo de Granitos Tebra asciende a 1,3 millones de euros y el pasivo, según los datos que constan en el informe de la administradora concursal, lo supera con creces, casi 3 millones. La sociedad acumulaba una importante caída de las ventas, de un 27% en 2006 en comparación con los dos años anteriores, y una cifra de negocio de 2,3 millones de euros. Sólo en el caso de Granitos 99 -que dejaba al final del ejercicio un beneficio de apenas 9.000 euros-, los números no son rojos, con activos por valor de 37.000 euros y un endeudamiento de algo más de 3.000 euros.

Al concurso de acreedores -con el amparo de la Ley Concursal, la antigua suspensión de pagos- se han presentado un total de 329 particulares y empresas con el objetivo de recuperar el dinero que tenían en manos de Manuel Martínez Barros. Cada uno de ellos figura en el informe de la abogada designada para analizar la situación económica de la compañía tras la desaparición de su propietario. Un inventario donde los acreedores figuran o bien como crédito privilegiado, los primeros que tendrán derecho a cobrar en cuanto el grupo tenga liquidez, o como ordinarios o subordinados, categoría ésta última destinada a recoger a los que se hayan presentado fuera de plazo.

El informe está ahora en fase de consulta, depositado en el juzgado Mercantil de Pontevedra; en el momento en el que los afectados pueden presentar sus alegaciones por si no aparecen en el informe o están en desacuerdo con las cantidades reconocidas.