Un día después del monumental colapso en la AP-9 provocado por dos colisiones en cadena con medio centenar de vehículos implicados debido a la presencia de hielo en la calzada, a la indignación de los varios miles de conductores de afectados se sumó la reacción política, que también resultó contundente, sobre la actuación y la responsabilidad de Audasa. El Ministerio de Fomento abrió una investigación para comprobar si hubo imprevisión, la Consellería de Política Territorial presentó una queja formal al Gobierno por el caos de la AP-9 y exigió a Audasa que tome medidas para que un caos semejante no se vuelva a repetir y el vicepresidente de la Xunta, el nacionalista Anxo Quintana, consideró como algo "lógico" que los gallegos "piensen en dejar de pagar el peaje" como consecuencia de los incumplimientos de Audasa y del deficiente servicio que presta en la autopista.

Para el número dos del Gobierno gallego, la empresa concesionaria tendría que "pensar muy mucho en mejorar las prestación del servicio" con el fin de que el colapso registrado el pasado martes no se vuelva a repetir en el futuro. "Audasa debería tener claro que su trabajo consiste en cobrar un peaje a los ciudadanos gallegos para darles un servicio, y si no se le da este servicio, a lo mejor los ciudadanos lo que tienen que pensar es en dejar de pagar el peaje", declaró Quintana antes de reunirse con una representación de la Confederación de Empresarios de Galicia.

El vicepresidente incidió en que Audasa es la concesionaria de una infraestructura "básica" para el país que los gallegos "pagan generosamente con las tasas", por lo que tachó de "inadmisible" el colapso registrado el pasado martes en el tramo entre Santiago y A Coruña.

Horas antes, la conselleira de Política Territorial, María José Caride, había anunciado que el Gobierno gallego elevará al Ministerio de Fomento una "queja formal" y la exigencia de que Audasa adopte las medidas necesarias para que no se repita una respuesta tan lenta, ya que tras los accidentes la autopista permaneció cortada al tráfico más de cinco horas y varios miles de conductores quedaron atascados en la vía.

"Todos entendemos que puedan existir incidencias, pero hay que establecer los mecanismos para preverlas y actuar de forma inmediata cuando aparece un problema", dijo Caride. Por ello, la conselleira demandó a la concesionaria que habilite, si es necesario, más estaciones meteorológicas, más cámaras de vigilancia y más paneles informativos.

Caride recordó que el colapso del martes no es el único motivo de queja, puesto que anteriormente el Gobierno gallego ya se vio obligado a llamar la atención a la concesionaria por "claras deficiencias" en la limpieza de los márgenes y en el estado de la calzada y de la señalización.

El Ministerio de Fomento, titular de la autopista, abrió por su parte una investigación sobre los motivos de los accidentes y la respuesta dada por Audasa cuanto saltaron las alarmas. Según un primer informe, y a la espera de que la concesionaria le entregue otro específico ya demandado, Fomento cuantifica en 48 los coches y camiones afectados por las dos colisiones en cadena, producidas ambas por el deslizamiento de vehículos a consecuencia del granizo caído previamente y la existencia de hielo en la calzada.

Por su parte, Audasa defendió ayer la corrección de su actuación. Asegura que echó sal sobre el asfalto el lunes a las diez de la noche y el martes a las cinco de la madrugada y que en cuanto tuvieron conocimiento de los accidentes se notificaron en todos los paneles informativos, se cerró la autopista y dejaron de cobrar los peajes.

El PP y el Bloque también se sumaron a las críticas contra el funcionamiento de la AP-9, por lo que presentaron en el Congreso sendas iniciativas en las que inquieren a Fomento sobre las medidas que tomará para que no se vuelva a repetir el caso registrado el pasado martes.