El conselleiro de Presidencia, Administracións Públicas e Xustiza, José Luis Méndez Romeu, apostó por "replantear" la relación de Galicia con Bruselas, por lo que se "ampliará" el número de funcionarios de la Xunta en la capital europea durante la próxima legislatura.

En respuesta a una interpelación del diputado del PPdeG Enrique López Veiga sobre la política exterior de la Xunta y sobre la creación de una delegación en Bruselas complementaria a la Fundación Galicia-Europa, Romeu estableció diferencias entre las funciones de ambos entes.

Así, explicó que la delegación se ocuparía de tareas "administrativas, políticas y oficiales que deriven de las instituciones europeas", mientras que la Fundación Galicia-Europa constituye "un instrumento eficaz para defender intereses empresariales y culturales".

Sin embargo, el diputado popular alertó de que estos organismos pueden generar "una duplicidad en el gasto" en un momento poco apropiado para ello y sugirió orientar las delegaciones exteriores de la Xunta "no sólo a los emigrantes, sino a los intereses económicos" de empresas gallegas, por ejemplo, en Africa.

No obstante, Méndez Romeu argumentó que el organismo institucional contará con el objetivo de integrar a la Comunidad gallega en las "acciones comunitarias", puesto que entendió que estas funciones no pueden ser desarrolladas por la fundación, debido a las "limitaciones" de su "propio carácter fundacional".

En cuanto a la política exterior de la Xunta, el conselleiro apuntó que actualmente hay delegaciones en Buenos Aires y Montevideo y que la Fundación Galicia-Europa cuenta con 18 trabajadores en Bruselas y siete en Santiago.

Además, informó de la reciente creación del Centro Transfronterizo de Formación y Recursos con sede en Vigo y recordó que se cerró la sucursal de Florianópolis (Brasil) creada por el PPdeG "por la duplicidad y triplicidad de sus actuaciones".

Oficina de industria

Por otra parte, López Veiga criticó que la Consellería de Innovación e Industria vaya a abrir una oficina en La Haya, porque, a su juicio, constituiría "un Florianópolis". No obstante, aseguró que esta sucursal "facilitó mucho las relaciones con Brasil".

En este sentido, explicó que el "problema" pasa por que "se dimensione hasta dónde se quiere llegar", tanto en políticas de emigración como de cooperación exterior. "Hay que reflexionar sobre qué queremos de la política exterior", sentenció.

Frente a esto, Méndez Romeu defendió que la oficina de Industria en La Haya parte de un convenio con esta localidad para crear un observatorio permanente de las políticas industriales y comerciales, que "no tendrá coste" para el Gobierno gallego.

A respecto de la presencia exterior de Galicia, explicó que se realiza en "estrecha coordinación" con el Gobierno central "para evitar despilfarros". Así, atribuyó la ubicación de la primera delegación en Argentina a la existencia de más de 120.000 gallegos, lo que significa un "volumen permanente de intereses y necesidades a las que hay que prestar atención".

Presencia exterior

El diputado del BNG Pablo González Mariñas celebró la proyección exterior de la Comunidad gallega, ya que, según afirmó, "la presencia institucional de Galicia siempre fue fundamental" para su formación, puesto que "está ligada al concepto mismo de nación".

Por su parte, el socialista Xaquín Fernández Leiceaga vinculó el nacimiento de las delegaciones al trabajo diplomático, que propició que los contactos del presidente de la Xunta en el exterior se eleven a "las máximas autoridades". "El modelo está dando resultados", aseguró, al tiempo que criticó la "política clientelar" de Florianópolis.

"Barco de vapor" para votos

López Veiga también censuró que las delegaciones exteriores se utilicen para que los distintos partidos "se pongan a caldo". Así, aunque admitió no haber escuchado "nunca" que el PSOE "pusiera a caldo" al BNG en el exterior, sí lamentó las críticas sobre el PP.

En este sentido, el 'popular' aludió a unas palabras "groseras", según dijo, pronunciadas por un miembro del BNG acerca de que el PSOE de Avellaneda (Argentina) tiene "una caldera de vapor para abrir votos".