La campaña preelectoral ha entrado de lleno en la Cámara gallega y ya impregna todos los discursos. El asalto de ayer se centró, de nuevo, en las medidas económicas que han tomado la Xunta y el Gobierno central para hacer frente a la crisis. Otra vez, no hubo el mínimo punto de acuerdo entre los socios del bipartito y la oposición. Por un lado, el PSdeG considera que el trabajo está bien hecho, punto en el que el BNG lo apoya, aunque reconoce que se puede mejorar. En el extremo contrario se sitúa el PPdeG, que sostiene que las propuestas de la Xunta son "electoralistas". Ante esta situación, el presidente gallego, Emilio Pérez Touriño, esgrimió nuevas cifras ante los diputados. Según explicó, sus cálculos indican que las medidas puestas en marcha por el Gobierno central ante la actual coyuntura económica inyectarán un total de 10.000 millones de euros en Galicia. El titular del Ejecutivo desglosó esta cuantía, que supondrá 915 millones en decisiones de alivio fiscal, 6.000 millones en el ámbito financiero, 3.000 en líneas del ICO y 150 medidas de apoyo a la vivienda. Un cálculo, dijo, "riguroso" y "a la baja". Recordó, también, la moratoria temporal parcial del pago de las hipotecas, que beneficiará a 215.000 familias gallegas que tienen este tipo de crédito.

"Limpieza electoral"

A pesar de la exposición de estas medidas, Pérez Touriño no pudo frenar el ataque del presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, que arremetió duramente contra la gestión del bipartito, al que acusó de electoralismo. "A la higiene democrática" y a la "ética política" invocó varias veces el líder popular para solicitar, de nuevo, que la Xunta retire su plan de "limpieza electoral" de las cunetas, por la que se prevé la contratación de 2.000 personas para estas labores durante la campaña.

Pero no sólo denunció este proceso, sino que destacó que los casi 20 millones que se utilizarán para este fin "duplican" lo que se invirtió para el sector de la automoción -un plan de formación por 10 millones- cuando de él dependen 40.000 familias en Vigo. "No haga un borrón más de los que ya tiene en su trayectoria", espetó Feijóo a Touriño, y le pidió que este dinero se dedique al sector primario, que, según denunció, no tiene representación en los planes económicos de la Xunta. Además, Feijóo desacreditó la política socialista "en Santiago, Madrid y Covadonga", por no haber conseguido en Europa una reforma de la cuota láctea más beneficiosa para Galicia.

Ante estas acusaciones, el presidente de la Xunta defendió la coherencia de sus medidas económicas y señaló que el líder popular le recuerda a un chiste de Gila, que preguntaba si "no se puede aplazar la guerra, que vienen las elecciones. Pues no. Estamos en guerra contra la crisis económica". Por ello, preguntó a Feijóo si es que no se debe dar de alta a los 6.000 cuidadores de dependientes que están a la espera, porque dice que "no toca", porque de lo "único" que hay que preocuparse es de los próximos comicios.

Por otra parte, el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, defendió ayer en el Pleno la gestión de su departamento en el caso de los menores inmigrantes llegados del País Vasco y puso en manos de las instancias judiciales la labor de "depurar responsabilidades". Además, la conselleira de Cultura, Anxela Bugallo, reiteró en la Cámara que el cese de su secretario xeral se debe a una reestructuración de su equipo y no a diferencias con el BNG.