Ni de un lado ni de otro tenían ayer novedades que contar. Sacyr sigue siendo, oficialmente, la dueña de Itínere, que tiene en sus manos la gestión de las autopistas gallegas. Y el banco norteamericano Citigroup, el candidato mejor posicionado para hacerse con el control de la compañía. El acuerdo está pendiente únicamente "de detalles" que podrían ultimarse en las últimas horas, según fuentes cercanas a la negociación, y ponen como prueba la convocatoria de una junta de accionistas a mediados de diciembre en la que la filial concesionaria del grupo presidido por Luis del Rivero modificará su régimen de consolidación fiscal y se convertirá en una sociedad independiente como paso previo al cambio de propietario.

Los planes de Itínere pasan por ser a partir de 2009 la sociedad dominante de un nuevo grupo empresarial. "En la medida -indica la comunicación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores- en que está previsto que ninguna sociedad residente en España tenga una participación, directa o indirecta, de al menos el 75% de su capital social". Sacyr Vallehermoso, eso sí, se mantendrá como matriz de la compañía en caso de que finalmente no hubiera acuerdo con Citi o con alguno de los otros inversores que también pujaron por el negocio.

Itínere participa en 43 concesiones de infraestructuras repartidas en seis países. La cartera de la sociedad incluye una línea de metro, un aeropuerto, tres hospitales, una concesionaria de áreas de servicio, dos intercambiadores de transporte y 35 concesiones de autopistas con hasta 3.300 kilómetros en explotación. Entre ellas, la Autopista del Atlántico, la AP-9, que gestiona mediante Audasa; la AP-53, que une Santiago con Ourense; a través de Autoestradas de Galicia, otras dos vías de peaje, la AG-55, entre la ciudad de A Coruña y Carballo, y la AG-57, entre Puxeiros (Vigo) y O Val Miñor. El paquete gallego de Itínere contempla además la Autovía del Barbanza, todavía en construcción, donde el pago correrá a cargo de la Xunta.

Precisamente, la venta de la filial de Sacyr al brazo inversor de Citigroup pone en peligro las inversiones pendientes en territorio gallego. No sólo la vía del Barbanza, sino también la ampliación de Rande.