Unos 8.000 trabajadores de empresas dedicadas a la limpieza de edificios y locales de la provincia de Pontevedra iniciaron hoy un paro indefinido, convocado por los sindicatos CIG, UGT y CC.OO. con motivo de la falta de acuerdo en materia de negociación colectiva.
La huelga indefinida del servicio de la limpieza de edificios y locales de la provincia de Pontevedra está siendo secundada en Vigo por el 70 por ciento de los trabajadores, informaron fuentes sindicales. El paro comenzó sin mayores incidentes, excepto en la Universidad de Vigo, en donde hubo presencia policial tras los destrozos ocasionados en varios laboratorios hace dos semanas durante una primera jornada de paro.
El paro, ratificado en varias asambleas de trabajadores, afectará a la limpieza de ambulatorios, la Universidad de Vigo, el aeropuerto de Peinador y edificios públicos que no cuentan con convenio propio, como es el caso de los juzgados de la ciudad olívica o la sede de Hacienda. También se verán perjudicados los centros comerciales, supermercados y empresas como Citroën, el Hospital de O Salnés y el de Povisa en Vigo, entre otros inmuebles.
Según explicó a Europa Press la responsable de la Federación de Servizos de la CIG, Tránsito Fernández, el piquete central se concentrará hoy a partir de las 7.00 horas en la Praza do Rei, en las inmediaciones del Ayuntamiento de Vigo. La casa consistorial no está afectada por la huelga, puesto que tiene convenio propio.
Asamblea
Los trabajadores de la limpieza ya secundaron un día de paro el pasado 6 de noviembre, coincidiendo con el convocado en el sector del metal. La parte empresarial, que impugnó el acuerdo sobre el convenio alcanzado en mayo, hizo el pasado jueves varias ofertas "cerradas" en materia económica, que fueron rechazadas el viernes por las asambleas de trabajadores, quienes ratificaron la opción de ir a la huelga.
Así, la patronal planteó un acuerdo por dos años con una subida de 34 euros el primer año y 45 euros el segundo, aunque "congelando la antigüedad", explicó Transito Fernández. La segunda oferta, también por dos años, suponía una subida de 34 euros en el primer año, el IPC más un punto en el segundo y "sin tocar las antigüedades".
Los trabajadores rechazaron cualquiera de estas dos posibilidades, y reclaman una subida de 60 euros para el primer año y 80 euros para el segundo, además de una cuarta paga extra.
