La Consellería de Innovación e Industria ha emprendido negociaciones con las compañías distribuidoras de combustible en Galicia para que paguen a los conductores las reparaciones de las averías causadas por el suministro de un gasóleo defectuoso, con más posos que el límite marcado por la UE, que provocó la obstrucción de los filtros de combustible de, según las primeras estimaciones, más de un centenar de automóviles y camiones. "Lo que nos preocupa es el resarcimiento a los afectados. El objetivo principal es que quien sufrió un daño, resulte resarcido", aseguró ayer el titular de Innovación, Fernando Blanco, quien considera que hoy se podría llegar a un acuerdo para ofrecer a los consumidores una "solución satisfactoria".

La de ayer fue una jornada de negociaciones. La Consellería de Industria mantuvo diversas reuniones con los representantes de las gasolineras, las compañías distribuidoras del combustible y las operadoras petrolíferas con el objeto de buscar la fórmula para resarcir a los conductores que vieron como sus vehículos quedaron tirados en la carretera.

Pero las negociaciones no son tan sencillas, porque se trata de determinar de quién es la responsabilidad del gasóleo defectuoso, cómo y quién asumirá los costes y, sobre todo, a qué consumidores se deberá indemnizar y cómo justifican éstos que las averías producidas son el resultado del combustible en mal estado.

Ante este escenario, la Consellería de Innovación se ha comprometido a tener elaborado en dos días los requisitos para que el centenar de conductores afectados puedan presentar sus reclamaciones de resarcimiento de los gastos. Además del parte de averías del taller, es posible que se exija el recibo de la compra del gasoil y hasta una muestra de combustible.

De momento, unas cuarenta gasolineras gallegas ya han recibido reclamaciones de propietarios que tras repostar sufrieron un obstrucción del filtro de gasoil y afrontaron una reparaciones que de media rondan los 400 euros de factura, según la información facilitada por la Federación Gallega de Estaciones de Servicio.

Fernando Blanco aseguró ayer, en un acto en Ourense, que su departamento cumplió con sus obligaciones al detectar que en 6 de las 60 gasolineras inspeccionadas en octubre en la provincia de Pontevedra el gasóleo contenía más "partículas obstructivas" que las permitidas por la UE. Estos posos no deberían aparecer al menos hasta que el combustible en enfriara a más de diez grados centígrados bajo cero, pero los resultados en laboratorio descubrieron que ya se encuentran a 6, 7 y 9 grados bajo cero, lo que en determinadas circunstancias produce la obstrucción de los filtros de combustible de las mecánicas, más delicadas, de inyección directa.

Los transportistas gallegos se han dirigido a la Xunta para exigir la retirada del mercado del gasóleo anómalo y demandar que los responsables se hagan cargo de los gastos de reparación de los vehículos averiados. En el caso de los camiones, según la Federación Gallega del Transporte, los daños suponen un desembolso de entre 1.300 y 1.500 euros.

En esta línea, el PP ha solicitado a la Xunta que desarrolle los mecanismos para garantizar que los afectados puedan ser compensados, tanto por los costes derivados de la reparación de las averías como por los de la paralización de la actividad.