El OK al proyecto del tren de alta velocidad entre Vigo y Ourense está en manos de la Consellería de Cultura. Sólo falta un informe del departamento que dirige la nacionalista Ánxela Bugallo para que el Gobierno pueda comenzar a licitar el proyecto constructivo y las obras del tramo ferroviario que más retraso acumula en Galicia. No obstante, la demora adicional no será muy larga, porque Cultura confía en que la próxima semana pueda concluir los trámites y remitir a Madrid su informe.

El documento no es otro que una evaluación de los posibles daños que las obras de la nueva línea ferroviaria puedan provocar al patrimonio arqueológico, puesto que el trazado atraviesa la ruta portuguesa del Camino de Santiago a la altura de Barro, cerca de Pontevedra.

La falta de este informe fue revelado el pasado lunes por la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, al asegurar que la aprobación definitiva del estudio de impacto ambiental del corredor Vigo-Ourense estaba pendiente sólo de un documento de la Xunta y de que si su certificación era positiva, el Gobierno estaría ya en condiciones de licitar el tramo, cuyo primer paso será la elaboración del proyecto constructivo.

Pero que no haya demoras depende de que la Consellería de Cultura dé su visto bueno y considere que el patrimonio arqueológico no se vea afectado. El resultado de las prospecciones realizadas será presentado la próxima semana al Comité Asesor de los Caminos de Santiago y su evaluación servirá para que la Dirección Xeral de Patrimonio resuelva el informe y lo remita inmediatamente al Ministerio de Medio Ambiente.

Mientras, la batalla por el AVE continúa en las lides políticas. El PP ha solicitado explicaciones a la ministra de Fomento sobre los planes de la alta velocidad gallega y Pérez Touriño ha replicado que él lidera la "pelea" para que se cumplan los plazos y el AVE sea una realidad en 2012.