El secretario general del PSdeG, Emilio Pérez Touriño, no ofreció muchas pistas a los periodistas, pero tampoco a los miembros de la nueva dirección del partido. Ayer se reunía con la ejecutiva recién salida del congreso del fin de semana, y en su discurso inicial manifestaba su intención de agotar mandato, pero también pedía a los suyos que estuviesen listos para el trabajo duro en septiembre, con lo cual muchos dirigentes no sabían a qué carta quedarse. Así el PSdeG se dividía ayer entre los partidarios del adelanto electoral y los convencidos de que los comicios deben ser en marzo, y cada uno exponía sus argumentos. "No hay razones que aconsejen apurar la convocatoria, todo lo contrario. La sensación de estabilidad será mayor, si se agota la legislatura", defendía ayer un dirigente del PSOE gallego. Otro comentaba que la previsión era que las elecciones iban a ser en marzo, y están programadas inauguraciones e inversiones de aquí a finales de año, que en caso de adelanto quedarían en el aire e impedirían visualizar algunos de los logros del bipartito. Un tercer socialista apuntaba que los ciudadanos culpabilizan al Gobierno central, no al autonómico de la crisis y que sería muy difícil vender un adelanto electoral, que no parezca dictado por razones de partido.

En el otro extremo, había quien defendía que lo mejor es pasar por el dictamen de las urnas, antes de que los datos macroeconómicos empeoren y que sea un nuevo Gobierno el que pilote la salida de la crisis. También apuntaban que además los próximos meses no serán fáciles, pues el PSdeG prevé "unas negociaciones complicadas con el BNG" para sacar adelante los presupuestos de la Xunta para 2009.

Redes clientelares

Touriño, por otra parte, eludió ayer referirse a sus declaraciones a puerta cerrada en el congreso del PSdeG, criticando las políticas clientelares de su socio de gobierno, el BNG, que, en su opinión, imitan a las del PPdeG. Sí se pronunció el vicepresidente, Anxo Quintana, para quien el líder socialista fue "mal interpretado" por los periodistas. Sin embargo, el líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, acusó a Touriño de "presidir un Gobierno con prácticas clientelares" si critica a su aliado en el poder por esas prácticas.