El concelleiro de Urbanismo de Vigo es de los que creen que los Gobiernos locales tuvieron en el suelo una buena entrada de fondos. "Aunque depende también del tamaño, en los pequeños el mercado de protegida simplemente es difícil", matiza José Mariño. "Había cierta percepción de que la vivienda protegida era de mala calidad y eso impidió que la demanda creciera". Rápidamente pone el ejemplo del desarrollo del barrio de Navia para acabar con el tópico. El 40% reservado para pisos públicos en el nuevo plan xeral de Vigo es "sin ninguna duda" la prueba de la apuesta por esta construcción en la ciudad. "Llegará un día en que la protección funcione por sí sola", dice.