El conselleiro de Economía, José Ramón Fernández Antonio, pasará hoy su gran primera prueba de fuego como negociador, ya que acudirá al Consejo de Política Fiscal y Financiera con la misión de que Pedro Solbes cambie su propuesta de financiación autonómica y acepte, tal como demanda Galicia, que el envejecimiento y la dispersión de la población sean elementos claves a la hora de fijar el reparto de los recursos del Estado entre las autonomías.

Fernández Antonio, al igual que el presidente de la Xunta, el PSOE, el PP y el BNG, no está de acuerdo con el modelo de Solbes por considerarlo "demasiado genérico y ambiguo". El principal motivo de discrepancia es el poco peso que se da a la diseminación y al envejecimiento como factores de corrección en la financiación autonómica, mientras que el número de habitantes sí constituye un criterio clave.

En el caso de Galicia, como le pasa a Asturias, sus características poblacionales hacen que servicios básicos como la sanidad o la educación cuesten hasta cuatro veces más que la media nacional.

Según la propuesta de Pedro Solbes, la posibilidad de introducir compensaciones económica a las comunidades con mayor gasto por tener una población envejecida o dispersa dependerá de que todas las autonomías alcancen un acuerdo. De no ser así, cosa que no parece probable porque este problema lo tienen sólo Galicia, Asturias y Castilla y León en parte, se mantendrán los mismos criterios de reparto que estuvieron vigentes hasta ahora, cuyo principal baremo de medida es el censo.

Para reforzar la postura de Galicia, el PSdeG-PSOE llevará a su congreso de este fin de semana una ponencia política en la que recoge precisamente la necesidad de que la dispersión poblacional y su envejecimiento pesen en los baremos para el modelo de financiación autonómica.

La ponencia señala que la financiación de las autonomías debe partir de las necesidades de gasto y que se determine el coste de prestación de los servicios. Para Galicia, dice el documento, resulta "indispensable reforzar el peso de la dispersión y el envejecimiento".

En todo caso, el conselleiro de Economía encuentra también elementos positivos en el modelo de Solbes, como que se avance en la autonomía financiera y en la corresponsabilidad fiscal de las comunidades autónomas al situar en torno al 50 por ciento la cesión a las autonomías de la recaudación del IRPF, el IVA y los Impuestos Especiales.