La Xunta pretende intercambiar con diputaciones y ayuntamientos un total de 1.977 kilómetros de carreteras de la red gallega dentro de un programa de articulación territorial incluido en el Plan de Carreteras de Galicia. La propuesta del Ejecutivo gallego, que pretende mejorar la funcionalidad de la red, pasa por asumir la gestión de 1.044 kilómetros de vías de titularidad provincial, una cesión a cambio de la que las diputaciones recibirían 600 kilómetros de carreteras autonómicas. Los ayuntamientos serán los más beneficiados por el intercambio ya que ganarían 333 kilómetros (vías en su mayoría con "características urbanas" y vinculadas a la ejecución de variantes) y sólo cederían a la Xunta 12 kilómetros en el término municipal de Ourense.

La oferta de la Xunta, que ayer trasladó la conselleira de Política Territorial, María José Caride, a los presidentes provinciales de Pontevedra, Rafael Louzán, A Coruña, Salvador Fernández Moreda, Ourense, José Luis Baltar, y a la vicepresidenta segunda de Lugo, Lara Méndez, pretende "articular territorialmente" la comunidad y conseguir que todos los ciudadanos estén a "menos de 30 minutos" de una vía de alta capacidad. La Diputación de Ourense sería la que más kilómetros cedería: 520. Le siguen Lugo, con 212, Pontevedra, con 108 y A Coruña, con sólo 85, a pesar de ser la que más recibiría: 285 kilómetros.

La propuesta, según María José Caride, fue recibida "de forma positiva", pues la Xunta se compromete a ceder las vías en perfecto estado de conservación y a recibir los viales de titularidad municipal y provincial tal como estén. Sin embargo, el titular de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, criticó a la conselleira, pues, en su opinión, "pretende justificar tres años de inactividad" con este plan de traspasos de carreteras plasmado "en un mapa y cuatro hojas".

Louzán afirmó que los 108 kilómetros de la Diputación que la Xunta se propone asumir "están en perfecto estado".