La orden que da el visto bueno a la central San Esteban II fue formalizada el pasado 23 de mayo, y como en cualquier documento de este tipo, finaliza con la firma institucional de la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa. Paradójicamente, la política ourensana aseguraba el pasado jueves que desconocía la posibilidad de que el trámite de la nueva instalación saliera adelante. "No firmé aprovechamiento hidroeléctrico alguno en el Cañón del Sil", afirmaba, rotunda. La realidad es que la orden estaba ya dictada. Ante esa posibilidad, la ministra quitaba importancia a la obra, "una obra menor", aseguraba, en comparación, claro está, con los complicados trabajos que se contemplan en la construcción de la central Santa Cristina.

Pensando precisamente en esas instalaciones, la Fundación Germán Estévez para la Protección de la Naturaleza y defensa del Medio ha empezado a recoger firmas en contra de la "agresión sin precedentes en la cuenca del Sil", "un atentado contra la naturaleza y el patrimonio".