El Gobierno "no puede mirar para otro lado, cuando se están derrumbando edificios enteros en los cascos históricos de Vigo, A Coruña y Ferrol", justificó ayer la conselleira de Vivienda, Teresa Táboas, para defender su decisión de que a partir de ahora no sólo los ayuntamientos, sino también la Xunta tenga la competencia de expropiar viviendas.

Su departamento está dispuesto a indemnizar a los propietarios y quitarle la titularidad de sus casas si éstas llevan vacías al menos dos años y, además, están en un grave estado de deterioro, pues las viviendas están en vías públicas y existe el riesgo de que muera alguien, argumentó Táboas. No obstante, la conselleira aseguró que la expropiación será "la última vía" a la que recurra, si el propietario desatiende las órdenes para que rehabilite la casa. Los inmuebles que sean expropiados serán destinados a uso residencial, preferentemente en régimen de alquiler para sectores desfavorecidos.