I. Bascoy/X. A. Taboada / santiaGO

Llega el verano y con él la temporada alta del sector turístico en Galicia. La crisis económica retrae las ganas de vacaciones de los españoles, pero desde la Xunta confían que el ciudadano opte por destinos más cercanos y por reducir los días de descanso, pero no por suprimirlos, y así que el sector gallego no sea uno de los principales afectados de la desaceleración de la economía. Sin embargo, la recesión no debe ser la principal preocupación de los hoteleros gallegos. Un informe del Gobierno autonómico sitúa a este sector "en una posición de relativa debilidad, con el consiguiente aumento de riesgo de quiebra e insolvencia para las pequeñas empresas", que son la gran mayoría, pues sólo algo más del 8% de los hoteles pertenecen a cadenas hoteleras.

El estudio fue encargado por el Tribunal Galego de Defensa da Competencia, dependiente de la Consellería de Economía, y elaborado por cuatro profesores de la Universidad de A Coruña, que a lo largo de casi doscientos folios hacen una radiografía detallada del sector hotelero gallego, alertando de su "baja rentabilidad" y también de "cierto déficit de calidad".

El informe pronostica que el sector es "especialmente propenso a experimentar un proceso de ajuste", lo que elevará la competencia, impulsará estrategias de concentración, pero también obligará a "la desinversión y al abandono de la actividad" por parte de ciertas empresas. En cuanto a los hoteles de más de tres estrellas, augura "una transición hacia la madurez y cierta capacidad para captar nuevas demandas".

- La oferta. Las más de 47.000 plazas hoteleras de que dispone Galicia sitúan a la comunidad "por debajo de la media española", y eso que la oferta ha experimentado un crecimiento importante y sostenido a lo largo de los últimos diez años, observa el estudio pedido por el Gobierno autonómico. Además, la capacidad hotelera está "infrautilizada": la ocupación media es del 40%, quince puntos por debajo de la media estatal.

No son éstas las peores conclusiones. El informe sostiene que Galicia se "sitúa a la cola en calidad de los establecimientos hoteleros", entre las comunidades costeras españolas, pues faltan hoteles de cuatro y cinco estrellas y sobran de una y dos estrellas. Sólo el 22% de los establecimientos son de calidad media y alta, y el resto son de baja calidad (una y dos estrellas).

El estudio constata asimismo que la oferta hotelera gallega no está integrada en los paquetes turísticos planificados por los grandes intermediarios y es incapaz para "proveer, salvo excepciones, un producto netamente diferenciado de otras ofertas".

Los hoteles gallegos no superan de media las 50 habitaciones, lo que supone "una reducida capacidad para lograr economías de escala y alcance", o lo que es lo mismo, "limita las posibilidades de reducir los costes en la prestación de servicios" y de "proporcionar nuevos paquetes de servicios turísticos más amplios".

Los investigadores observaron en su trabajo que los hoteles de una y dos estrellas ofrecen una "baja calidad" y son establecimientos independientes y de carácter familiar que tienen "una rentabilidad marginal, prácticamente al nivel de subsistencia".

- La demanda. Los turistas que se acercan a Galicia son sobre todo ciudadanos españoles que además vienen de modo informal, es decir sin intermediarios. El informe de la Universidad de A Coruña hace notar que el crecimiento global de visitas y pernoctaciones es "lento" y que la dependencia del Xacobeo es "elevada", así como que la demanda es demasiado "estacional".

- Los precios. El informe encomendado por el Tribunal Galego de Defensa da Competencia sentencia que no se detectan "prácticas concertadas" de precios que vulneren la libre competencia. Los hoteles de media y alta calidad sitúan sus precios entre 77 y 121 euros por habitación y los de calidad inferior piden unos sesenta euros en temporada alta y cuarenta euros, en la baja. Los establecimientos pertenecientes a cadenas hoteleras ofrecen precios superiores a los independientes, pero por una apuesta por la calidad.

El alquiler de pisos y apartamentos por particulares surge como competencia desleal

El informe encargado por el Tribunal Galego de Defensa da Competencia fija la atención sobre "la competencia desleal" que supone el alquiler de pisos y apartamentos, especialmente en las zonas de costa y en la temporada de verano, por parte de particulares.

Estos alquileres, que en algunos casos alcanzan cifras astronómicas, "afectan negativamente" a los establecimientos hoteleros, pues les restan capacidad de negocio.

En todo caso, como se trata de economía sumergida, el estudio de la Universidad herculina admite que "no hay ningún dato que muestre su relevancia económico ni que en medida supone competencia real para el sector hotelero gallego".

El informe observa además que el turismo gallego sufre la "competencia directa" de las comunidades más próximas, Asturias o País Vasco, pues su oferta es similar (paisaje y gastronomía).