Por algo la administración central tiene como uno de los objetivos de la Seguridad Social el refuerzo en la vigilancia sobre las bajas laborales. Sólo en Galicia, los gastos en incapacidades temporales se dispararon en seis años casi un 60%. El peor ejercicio fue el de 2004, con un incremento del 16,78%. Parece que en los últimos dos años hay cierta tregua, con subidas del 6% y del 3,6% en 2006 y 2007, respectivamente. Pero lo cierto es que el peso del desembolso de las bajas es cada vez mayor y en la comunidad ya supera la cantidad que el Gobierno central tiene que destinar al abono de las pensiones no contributivas.

Ourense es la provincia en la que el incremento de las prestaciones por incapacidad temporal es menor, por debajo del 33%. Destaca A Coruña, donde se elevaron un 65%. Casi un 59% en Lugo. Y, finalmente, un 55,8% en Pontevedra.

El número de pensiones no contributivas también se amplía y, por lo tanto, su coste. Pasó de 183 millones de euros en 2001 a 221 millones en 2007, un aumento del 20,79%, que llega al 30% en el caso concreto de Lugo.

Pero para incrementos notables, el de las prestaciones por maternidad y paternidad. Los permisos retribuidos a los padres en Galicia se llevaban de la Seguridad Social 34,6 millones de euros hace seis años, y ahora superan los 72,3 millones, lo que supone duplicar la partida, que creció casi un 21% entre 2006 y 2007.