Galicia vuelve a ser la comunidad que registra el peor crecimiento vegetativo de España, es decir muere más gente que la que nace. En 2007, se registraron 21.845 nacimientos, pero fallecieron 30.163 personas, lo que arroja un balance negativo de una pérdida de 8.318 habitantes, si sólo valoramos los movimientos naturales de población ofrecidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es la emigración la que da cierto respiro a Galicia y permite aumentar su censo en 5.009 personas.

En la comunidad gallega, sólo se salva la provincia de Pontevedra, pues nacieron el pasado año 8.507 críos y perdieron la vida 8.378 personas, lo que supone un balance positivo de 125 habitantes. La última vez que Pontevedra había presentado una diferencia positiva entre nacimientos y defunciones fue en 2004 y fue de 89 personas.

Pontevedra invierte su tendencia, pero no es suficiente para salvar a Galicia de la pérdida de población natural, pues en las otras provincias el crecimiento vegetativo es negativo y además en cifras absolutas relevantes: -3.393 en A Coruña, -2.519 en Lugo, y -2.535 en Ourense.

No es una novedad que en Galicia se contabilizan más muertes que nacimientos, lastrando así su revitalización demográfica y de paso su crecimiento económico. Al menos desde 1996, así consta en la base histórica del INE, el crecimiento vegetativo en esta comunidad es negativo. En los doce últimos años, el peor ejercicio fue el de 2004 cuando hubo 12.008 muertes más que nacimientos. Con respecto a 2006, el pasado año fue peor, pues el balance negativo creció en 321 personas.

En España hay otras cinco autonomías que sufren este problema, pero en menor medida: Castilla y León, Asturias, Cantabria, Extremadura y Aragón. En cambio, a nivel estatal los partos superan los fallecimientos y así España sigue aumentando su población.

El Instituto Nacional de Estadística destacaba ayer que uno de cada cinco nacimientos en el país es de madre extranjera, poniendo así de relieve que España crece especialmente gracias a la llegada de emigrantes, que se estabilizan y deciden formar una familia. En Galicia, este porcentaje no es tan importante, pero va en aumento. En 2007, el 6,76% de los niños venidos al mundo en Galicia tenían una madre extranjera (1.476), frente al 5,72% del año 2006 (1.250).

El porcentaje del pasado ejercicio de la comunidad gallega es el más bajo de toda España y representa el 1,59% de los nacimientos de madre extranjera que se contabilizan en España. En el extremo opuesto, están las Islas Baleares, donde el 28% de los nacimientos son de madres venidas de fuera, o Cataluña, con el 25,69%.

En Galicia, nacieron el pasado año, tanto de madres foráneas como autóctonas, un total de 21.845 niños, 453 más que en 2006. El incremento es del 2,11% y la cifra es la más importante de los últimos diez años. En 1998, hubo 3.307 nacimientos menos y desde entonces cada año se registraron más partos hasta alcanzar casi los 22.000 recién nacidos en 2007. Aún así Galicia es la segunda comunidad con la tasa de natalidad más baja de España, después de Asturias (7,43%). En el lado contrario, están Ceuta y Melilla, con unas tasas del 20,56% y del 19,49%, respectivamente. La tercera plaza es para Murcia, con un 13,37%.

El pasado año también se registró otro récord en Galicia, en este caso, de fallecimientos: 30.163, la más alta desde 1998. La comunidad vuelve a repetir como la segunda autonomía con la tasa de mortalidad más alta del Estado, y de nuevo detrás de Asturias (11,89). El comportamiento opuesto se observa en Ceuta y Melilla, que comparten la misma tasa, un 6,61%, y en Madrid con un 6,83.