La otra gran tasa que sale mal parada de la crisis son los Impuestos Especiales, que gravan, entre otro, la electricidad, el consumo de combustibles y el tabaco y el alcohol. La recaudación por estos conceptos en Galicia entre enero y mayo alcanzó los 20,674 millones de euros, según el último informe de la Agencia Tributaria, lo que supone un leve aumento del 2%, prácticamente igual al incremento medio registrado en España, del 2,6%. El de hidrocarburos, el de más peso, acusa el lastre de la constante subida de los precios de la gasolina y el gasóleo -impulsada a su vez por el imparable ascenso de la cotización del petróleo- y la caída en la venta de coches.

La evolución podría ser mucho peor sin el ascenso de la recaudación de los impuestos especiales en A Coruña -casi 10 millones de euros-, ya que en prácticamente el resto de áreas de Hacienda en Galicia los ingresos han caído, especialmente en el caso concreto de Vigo: un -51,2%.

La otra cara del comportamiento de la recaudación fiscal en Galicia está en el Impuesto de Sociedades, con un incremento del 44,3%. ¿Las causas? Por un lado, el fin del plazo -se había alargado en la última reforma de la tasa- para el pago; y, por otro, el espectacular incremento registrado entre las compañías de A Coruña, donde prácticamente se ha duplicado.