La Comisión de la Conferencia General de Política Universitaria autorizó ayer el incremento de medio centenar de plazas en la facultad de Medicina de Santiago para el próximo curso académico, tal y como había solicitado la Xunta de Galicia en la reunión del pasado 2 de junio. De este modo, Galicia ofrecerá 350 plazas en Medicina en el curso 2008-09, lo que representa un aumento del 16,6 por ciento con respecto al año académico que finaliza y un 34,62 por ciento si se compara con las plazas ofertadas hace tres años.

La Consellería de Educación destaca que la comunidad gallega es la tercera en lo que respecta a incremento de plazas entre 2006 y 2008, sólo superada por Aragón, donde la oferta ha crecido un 39,47 por ciento, y Murcia, donde lo hecho casi el doble, más de un 66 por ciento. No obstante, y a pesar de las nuevas 50 plazas autorizadas, Galicia se sitúa en quinto lugar entre las autonomías del Estado en cuanto a oferta, si bien la Xunta matiza en que esto se "corresponde" a su población.

No obstante, la posición de Galicia cambiaría si, en lugar de tener en cuenta las facultades ya existentes, los datos no obviaran que el próximo curso entrarán en funcionamiento tres nuevas facultades de Medicina en Cataluña, que ofrecerán 220 plazas más y se sumarán a las cuatro ya existentes para dar un total de 1.043 plazas, y otra en Madrid, que supondrá 80 plazas nuevas.

La Consellería de Educación sostiene que con el incremento anunciado para el próximo curso Galicia "se mantiene" en una oferta en los estudios de Medicina de 2,9 plazas por cada cien alumnos nuevos matriculados en el sistema universitario de Galicia, lo que, afirma, es "equiparable" o "superior" a la media de los sistemas universitarios de las otras autonomías.

El Gobierno autonómico ha apostado hasta ahora por impulsar la facultad compostelana, con la que ha consensuado la petición que ha dirigido al Gobierno central, pero no por inaugurar nuevos centros.

Tanto la Universidade de Vigo como la de A Coruña han solicitado la creación de facultades de Medicina propias, no sólo por el elevado número de aspirantes a cursar estos estudios y la elevada demanda existente en el mercado laboral de médicos, sino también porque parte de las vacantes ofrecidas por la Universidade de Santiago es ocupada por alumnos procedentes del vecino país luso, lo que implica una merma en el cupo.