Ante la evidencia de que la reforma para impulsar el voto en urna entre los emigrantes no llegará a tiempo al Congreso de los Diputados para las próximas autonómicas en Galicia, socialistas y nacionalistas optan por echar mano de las competencias que la comunidad tiene en la legislación electoral y dar un pequeño paso. Las dos fuerzas decidieron ayer empezar con los trámites para reducir a tres días el recuento de las papeletas que llegan desde el exterior, frente a los ocho días del plazo actualmente en vigor. Quieren evitar que se repita la misma situación que en la pasada carrera hacia San Caetano, cuando el escrutinio de los residentes ausentes mantuvo en vilo el futuro del Gobierno gallego, a lo que añaden desde el BNG un plus de transparencia. La medida se encontró con la negativa del PP, que acusó a ambos grupos de querer "invalidar" la voluntad de la diáspora.

La aspiración "de mínimos" que maneja el Bloque es conseguir el voto en urna. "Todos sabemos lo que pasa con las papeletas en el exterior", apunta el portavoz parlamentario de los nacionalistas, Carlos Aymerich, que reprocha a PSdeG y PP que hace cuatro años la ampliación del recuento hasta los actuales ocho días. "Son ocho días para manipular y fabricar votos", añade. Por eso, a la vez que se sigue trabajando en las Cortes Generales para la reforma, "también hay que modificar la ley en Galicia". "En ningún otro lugar se dio lo que sucedió en Galicia en las anteriores elecciones".

En esa misma línea, el diputado socialista, Xaquín Fernández Leiceaga, que desvincula, eso sí, la reforma gallega de la transparencia en el voto. "En su momento la propuesta, que tenían los tres partidos, era ampliar el plazo para facilitar la participación. Hoy entendemos que nuestros emigrantes tienen tiempo de sobra". "Sabiendo -dice- que el escrutinio en el mismo día que el voto de aquí es imposible por razones técnicas, la idea es igualar el plazo al contemplado para las elecciones generales".

Los populares, en cambio, tiene otra visión muy diferente. "Reduciendo el plazo pretenden que cuantos menos votos sean válidos, mejor", critica Antonio Rodríguez Miranda. "Si quieren que los emigrantes no voten, díganlo sin subterfugios". Desde el PP recuerdan que el servicio de correos "funciona como funciona" en algunos países. Una acusación directa al PSdeG: "No tiene interés en los votos de los emigrantes porque no los tiene".

El acuerdo para reformar la ley electoral gallega fue una de las medidas incorporadas en el dictamen definitivo sobre la comisión de la agente electoral en el Parlamento, que PSdeG y BNG respaldaron, sin ninguna referencia a exigir responsabilidades políticas a ningún responsable autonómico, aunque recoge la necesidad de más rigor y vigilancia en las subvenciones. Los populares dieron un "no" rotundo al texto por considerar que las conclusiones estaban ya dictadas de "antemano"