El candidato, José Manuel Andrade, mientras esperaba en la puerta del cuartel de la Guardia Civil la llegada del notario para intentar acceder a la Casa Consistorial, repetía que "no hay intereses económicos" en su abandono del PSOE ni en su alianza con los cuatro concejales que dejaron de pertenecer al PP para ser el nuevo alcalde de Calvos de Randín.

Allí, el aspirante aseguraba que se buscará la fórmula legal para que la moción de censura pueda seguir adelante y hacerse cargo de la alcaldía. "Al término del mandato dejaré la política y podré irme del pueblo", decía.

Andrade comentó que no sufrieron agresiones, sino que lo que hubo en su intento por entrar al consistorio fueron "insultos, empujones, amenazas y poco más". No obstante, reprobó que no hubiese forma de poder acceder al salón de plenos para debatir la moción de censura, sobre la cual dijo que "no tiene nada de personal" contra el que hasta hace pocas semanas fuera su compañero de partido, Aquilino Valencia, y que la decisión de apoyar la moción de censura se debe a cuestiones relacionadas con el funcionamiento del concello, aunque sin concretar cuáles.

Calvos de Randín vivió ayer un episodio político que nueve años antes se produjo en el concello próximo de Os Blancos. Una moción de censura contra el por aquel entonces alcalde del PP José Antonio Rodríguez también fracasó al amotinarse los vecinos en el Concello y los cinco ediles censurantes no poder acceder al salón de sesiones, por lo que la Guardia Civil optó por sacarlos del pueblo en furgón en el que los habían trasladado.

A la misma hora que tendría que debatirse la moción de censura en Calvos de Randín, en la Diputación Provincial de Ourense se discutía otra iniciativa, promovida por el PSOE y el BNG, para reprobar el comportamiento de los concejales tránsfugas. Pero el PP la rechazó debido a que socialistas y nacionalistas señalaron al presidente de la institución, José Luis Baltar, como el instigador de la fallida censura de Calvos de Randín. "Yo seré seré instigador de todo lo que quieran, pero me quedo pequeño ante ustedes", indicó José Luis Baltar en el pleno. Y agregó: "Ahora ya podemos hablar del BNG. No se podía hablar del BNG cuando no tenía parcela de poder. Claro, si usted me encierra en una habitación, en la que no hay nada que robar, yo soy honrado, porque no le puedo echar la mano a nada".