O hay una solución este mes o sacarán los tractores a las calles, pero no darán "ni un paso atrás". A pesar de que la intensa lluvia enfrió un poco los ánimos, cerca de diez mil ganaderos marcharon ayer por las calles de Santiago para reclamar "precios justos" para la leche y para la carne. Convocados por los tres sindicatos (Unións Agrarias, Sindicato Labrego y Xóvenes Agricultores), los manifestantes alertaron de que están al límite y de que apenas cubren costes, y avisaron de que o llega pronto una solución o será tarde para miles de explotaciones que tendrán que cerrar.

"Venimos para decirle a la sociedad, a la Administración y a la industria que queremos vivir dignamente", clamó Roberto García, secretario xeral de Unións Agrarias, para intentar caldear el ambiente ya en la plaza de A Quintana. Antes hubo una hora de recorrido, bajo un aguacero, desde la estación de tren, por delante del Parlamento (cerrado para evitar tentaciones) y hasta la zona vieja.

Parapetados detrás de la pancarta, Roberto García, Carme Freire y Francisco Bello, los tres líderes sindicales, y en las primeras filas, la representación de los partidos. Jorquera, Beiras y Aymerich por el BNG; Negreira, Roberto Castro y Santiso Miramontes, ex conselleiro del ramo, por el PP; y una solitaria Marisol Soneira por el PSdeG-PSOE.

El lema de la marcha "Prezos xustos para leite e carne. Solucións xa" fue el principal argumento de las intervenciones. Roberto García exigió a las empresas del sector lácteo un "acuerdo por escrito, para que haya garantías de que se cumple", porque dice no fiarse ya de las industrias. El líder de Unións Agrarias, que cifró las pérdidas en los próximos cinco meses en 90 millones de euros, cree que las bajadas de diez céntimos por litro de leche ponen a los productores en una situación desesperada, con sólo dos salidas: "Cerrar o protestar violentamente". "Nos jugamos más que el precio. Nos jugamos la dignidad. La única solución es negociar en pie de igualdad", bramó García, quien defendió con vehemencia la profesión: "Cuidemos lo mejor que tenemos. Los ganaderos somos imprescindibles para el futuro del país. Somos los que gestionamos el territorio y el medio ambiente. Donde hay ganaderos, no hay abandono ni hay incendios".

Francisco Bello, de Xóvenes Agricultores, aludió a las políticas de la Consellería de Medio Rural: "Algunos venden un nuevo rural. ¿Qué será, un rural sin ganaderos? La administración tiene que dar un golpe en la mesa y aportar soluciones". Bello negó división entre los sindicatos agrarios y aludió a los ocho millones más de toneladas de leche que según la UE se necesitarán en los próximos años como garantía de viabilidad en el sector.