Javier Sánchez de Dios / Santiago

No pocos opinan que a día de hoy la jornada del "primero de mayo" tiene ya sólo un sentido lúdico, que ha perdido su tradicional carácter reivindicativo de los derechos de la clase trabajadora. ¿Qué es lo que creen ustedes?

- xan maría castro. Desde mi punto de vista, el primero de mayo sí tiene sentido. Es una fecha en la que se conmemora un hecho histórico, testimonio de la solidaridad y también de la lucha de los trabajadores. Es verdad que los actos ya no tienen la misma afluencia y que en los últimos años la tendencia suele ser la menor participación, aunque hay repuntes: en Galicia se ha visto no hace mucho, sobre todo en años en los que existían motivos para salir a la calle. En todo caso, y a pesar de todo, desde Comisiones Obreras estamos convencidos de que la jornada debe mantenerse y con su sentido histórico, reivindicativo.

- consuelo martínez. Sí, tiene tanto sentido como hace cincuenta o cien años. Es la conmemoración de un día clave para la clase trabajadora, y la lucha de clases sigue presente hoy en día. Está tan presente como estaba, sólo que el capital se hizo un lifting y no se presenta con la agresividad de antes, se puso a la moda, cambia su forma, pero esta ahí. Está en los accidentes laborales mortales, en los bajos salarios, en las bajas pensiones, en la contratación precaria...; tenemos los mismos problemas de antes, en la duración de las jornadas, en los contratos a tiempo parcial en fraude de ley... O sea, que la lucha sigue, sin duda alguna.

- domingo barros. Para nosotros no sólo tiene sentido, sino que es determinante que exista. Es verdad, en cuanto a la participación, que hay momentos puntuales, pero demuestran la fuerza y la pujanza, el significado de esta jornada. En cuanto a la organización sí es posible que haga falta alguna innovación, algo diferente, pero está claro que para nosotros, para la UGT sigue siendo una ocasión reivindicativa y de recuerdo de mucha gente que entregó incluso la vida por lograr cosas que ahora tenemos, y además porque hay motivo aún para exigir derechos: a salarios dignos, a trabajo y contratos decentes, etcétera.

- Tienen problemas comunes, pero cada uno hace la fiesta por su cuenta...

- castro. Hay quienes vamos juntos aún siendo diferentes, pero hacemos un esfuerzo por colocar lo que nos une por encima de lo que nos separa. ¿Por qué no todos? Mi percepción es que la CIG se situó hace años de tal forma que pone en primer plano las diferencias, antes que las coincidencias. Conste que este año entiendo que no vayamos juntos, porque hay un aspecto de la política sindical en que estamos lejos, que es el diálogo social, pero otros años no había razón para ir separados. Nos parece que normalmente haciendo fuerza en común se consiguen más objetivos, pero quizá separados algunos crean que pueden mantener mejor su propio perfil.

- barros. En el mundo sindical, como en los demás, hay aristas, pero está claro que la finalidad de las tres organizaciones que estamos aquí es la misma, aunque sean distintos los caminos para alcanzarla. En todo caso hemos demostrado que cuando hay necesidad de ir juntos, vamos. Aristas como la del diálogo social y la decisión de CIG de abandonarlo, o actitudes beligerantes hacia UGT y CC OO pueden marcar diferencias, pero tengo el mandato de la ejecutiva a de UGT de dejar claro aquí que nosotros estaremos siempre a favor de la unidad. La prueba es que en muchos conflictos sectoriales estamos juntos aunque el uno de mayo vamos separados.

- martínez. Hay diferencias importantes en el planteamiento global como en temas puntuales. La unidad sindical no puede ser simplemente la plasmación de un día de fiesta todos juntos y luego nada; el resto del año hay asuntos en los que es fácil acordar posiciones, y también influye la presión de los trabajadores por la unidad de acción, pero está claro que nuestros análisis y nuestras propuestas son muy diferentes tanto a nivel de Estado como nacional gallego. Queremos un diálogo social desde la perspectiva de nuestro propio país y diferimos en dónde y cómo han de resolverse los asuntos, pero cuando el momento fue grave fuimos a acciones conjuntas.

- barros. Bueno, quiero decir que también entre nosotros, Comisiones y UGT, tenemos diferencias sectoriales graves y aún así este año todas nuestras Uniones comarcales y las organizaciones de las ocho grandes ciudades vamos a ir juntos. Quiero decir que este tipo de asperezas, serias, es posible limarlas en una jornada como esta del primero de mayo.

- martínez. No, no es tan fácil; nosotros llevamos muchos años luchando contra las subvenciones a los empresarios, contra la deslocalización de las empresas, contra la precarización y contra una situación en la que el desempleo es creciente. Y seguimos manteniendo que el sistema de subvenciones a la contratación es inútil. Por eso insisto en que todo esto no se arregla en una fiesta.

- castro. Bueno, vamos a ver, la subvención al trabajo estable funciona, porque sí se redujo la temporalidad; poco, pero se redujo, no se pueden negar las evidencias. Lo que pasa es que hablando de temporalidad y de precariedad hay que hacerlo en serio, y el único modo a nuestro entender que puede resolverlos es el cambio de modelo productivo, porque el actual está obsoleto.

- Hablar de cambio de modelo parecen palabras mayores...

- castro. El modelo basado fundamentalmente en el ladrillo y en los trabajos estacionales no origina empleo de calidad y finalmente lleva a la precariedad. Por eso nosotros defendemos que hay que cambiarlo, aunque quizá nos veamos obligados a reflexionar más sobre esto ahora que hay una desaceleración económica: aprovechemos para que todo ese capital especulativo se reduzca y se oriente hacia un capital productivo, que es lo que crea riqueza y trabajo de calidad.

- barros. La CIG sabe que mientras estuvo en el proceso de diálogo social, uno de los acuerdos a los que se llegó fue el cambiar de modelo y acabar con el sistema de incentivación, sin más, a los empresarios, y se trataba de variar y lograr mediante la incentivación a la contratación siempre que se partiera de unos mínimos, no como antes. Los incentivos se pueden recibir para contratar, pero indefinidamente y siempre que demuestre que están haciendo un esfuerzo.

- martÍnez. No, no, eso no es un cambio de modelo porque lo que se está subvencionando realmente es que los empresarios no utilicen el contrato por obra para evitar una contratación indefinida. Nosotros entendemos que eso es sencillamente subvencionar para que no se delinca, lo que nos parece absurdo; al que delinca habrá que sancionarlo, no que subvencionarlo, y además se necesitará impulsar la contratación en serio, clarificando bien las diferentes situaciones.

- Este es un primero de mayo diferente: hay una crisis tras muchos años de prosperidad. ¿Qué harán los sindicatos?

- castro. Nosotros advertimos hace tiempo de que habría problemas, aunque no estoy de acuerdo con que estemos en una crisis, si bien podemos llegar a ella. Elaboramos propuestas para un nuevo modelo de crecimiento y la reforma de la protección social. Se habló de años de prosperidad, pero ha beneficiado mucho más a unos que a otros. En el caso de Galicia. y para afrontar el porvenir. hemos de caminar hacia la concertación de un plan de competitividad, aparte de medidas sociales. Por ahora los parámetros no son malos aquí y tenemos que aprovechar eso para ser decididos en la búsqueda de medidas de protección social.

- martínez. Desde la CIG planteamos que el cambio y la solución pasan por desarrollar políticas que sean sostenibles, económica y socialmente. El problema de la clase trabajadora no es ya de salarios o de jornada: es una globalización de problemas que incluyen también el cuidado del entorno. Para nosotros la solución a esta crisis pasa por desarrollar políticas sostenibles económica y socialmente. Tenemos en nuestro país un gran potencial ecológico, energético y agrícola, que no se está aprovechando como se debería; se hacen políticas que poco tienen que ver con este país y eso hay que cambiarlo.

- barros. Desde UGT decimos que por la parte de los agentes sociales, incluídos lógicamente los empresarios, lo que cabe aplicar en este momento es sobre todo responsabilidad. Tenemos que concertar más y mejor que nunca, porque en la situación actual hay muchos asuntos que podrían crear tensiones, y estoy hablando de emigración, protección social, etcétera. Y otra actitud a reforzar es la de exigencia, es decir, exigir a los gobiernos que no malgasten la ocasión de cambiar el modelo productivo, invertir más en innovación o en fomento del ahorro energético. La crisis dará ocasión de mejorar.