Al menos cien personas han sido asesinadas en Mogadishu, la capital de Somalia, esta semana, entre ellas 12 civiles y nueve clérigos que perdieron la vida en el ataque a la mezquita de Al Hidaya.

Má de la mitad de la población de las ciudades ha huido de sus casas escapando de la muerte.

La violencia en la capital del país africano da cuenta de las dificultades del Gobierno español para liberar a los marineros retenidos en el Playa de Bakio.

Somalia, el país situado en el cuerno africano, está en descomposición, aunque existe un gobierno ficticio, pero quienes mandan son los jefes de las tribus que dominan cada región o zona. Por ello, el reto de la diplomacia española es encontrar al interlocutor adecuado con quien negociar una salida pacífica al conflicto en un país que vive en el caos.