- ¿Que pasará con las zonas de las ciudades que ya estén planificadas?

- La norma excepciona, por ejemplo, lo referido a rehabilitación, cuando la parcela no permite adaptarse por la propia imposibilidad física. Esta norma es muy abierta, reflexionada y analizada por los técnicos. Se excepcionarán los edificios catalogados en centros históricos. Son situaciones diferentes a la de tener bolsas de suelo nuevas. El decreto del 92 obligaba a pedir por cada edificio catalogado una excepción a la consellería pertinente, cuando ahora los concellos pueden pedirlo para todo un conjunto del casco histórico.

- ¿Y las quejas de los arquitectos por el ataque a su creatividad?

- Justo todo lo contrario. Las normas están hechas por arquitectos con un apartado que recoge, para poner en valor la innovación y la arquitectura y permitir la creatividad, que aquellos proyectos que innoven, que pretenden crear nuevas tipologías, queden exentas del cumplimiento. Algo que no ocurría hasta ahora. Es un decreto pensado para la buena arquitectura y para los arquitectos que pretendan hacer de la vivienda un laboratorio de ideas y función social.