Una y otra vez -la última, este pasado fin de semana, durante la cumbre con Asturias-, desde el Gobierno gallego insisten en la necesidad de que el nuevo modelo de financiación autonómica tenga en cuenta las peculiariades de población que ciertos territorios tienen. La dispersión y el envejecimiento, en el caso de Galicia, porque generan elevados sobrecostes a la hora de prestar determinados servicios a los ciudadanos. Y si hay uno que destaca sobre el resto, que está detrás de la actual polémica sobre el reparto de fondos estatales, es la sanidad. A la Xunta le cuesta al año cuidar de nuestra salud unos 3.000 millones de euros, el 6,37% del Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad, con un extra de 600 millones por encima del gasto que sería normal para la población que hay por el impacto del rural y el alto porcentaje de personas mayores.

De ahí las reivindicaciones que lanzan tanto el presidente Emilio Pérez Touriño como el conselleiro de Economía, Xosé Ramón Fernández Antonio. Un nuevo esquema de financiación donde las comunidades reciban en función de lo que aportan al Estado con la recaudación de impuestos perjudicaría a la caja pública gallega, con una capacidad muy limitada para ingresar vía tributos.

Bastan dos ejemplos para ilustrar el esfuerzo financiero al que está obligada la comunidad para eliminar barreras poblacionales en la atención sanitaria: Galicia tiene el doble de centros de salud que debería para llegar a todos los ciudadanos y el gasto en medicamentos más elevado. Pero hay más.

n Centros. 315 concellos con 29.990 entidades de población diferentes. La caprichosa geografía gallega -casi el 60% de los ciudadanos viven en núcleos de menos de 20.000 habitantes- provoca que haya 382 centros de salud, el 13% de todos los que funcionan en España y el doble que le correspondería en función de la población. Con el consiguiente incremento de los gastos. Cada centro de atención primaria da cobertura a una media del 64,5% de núcleos de población, cuando la media nacional es del 5,5%. Por estas mismas causas, la administración sanitaria en Galicia tuvo que construir los hospitales comarcales para acercar la atención especializada.

n 061. Con una de las mayores dotaciones entre las redes asistenciales de España para hacer frente a la dispersión. Casi un millón de llamadas recibió el pasado año, cuando se atendieron a más de 440.000 gallegos. Tiene 101 ambulancias, 10 medicalizadas y dos helicópteros.

n Personal. Tomamos de referencia la Atención Primaria, con casi 2,7 asegurados. El gasto en personal por cada Tarjeta Sanitaria en esta área alcanza los 96 euros y los 93 en A Coruña y Pontevedra, las dos provincias con mayor densidad de población. El coste se eleva a los 122 euros por persona al año en Lugo y los 114 euros en Ourense, donde se concentra la zona rural gallega.

n Cirugía. Por cada 1.000 habitantes, en Galicia se realizan 91 operaciones que necesitan internamiento, el mayor índice de España, con una media de 51.

n Medicamentos. Fruto también del elevado envejecimiento, el gasto farmacéutico a través de recetas, que en la sanidad gallega se elevó a 823 millones de euros en 2005, lo que representa el 28% del gasto total del sector, el volumen más alto del país.